30 noviembre, 2007

Los árboles no dejan ver el bosque

Con mucha satisfacción nos hemos enterado en ATINA BOMBEROS, que la Junta Nacional ya adjudicó la compra de uniformes de trabajo normados, para ponerlos a disposición de los Cuerpos de Bomberos cuando estén en el país.

Es una noticia muy positiva que permitirá a los bomberos protegerse mucho mejor. Por el precio en dólares que aparece en la página web, calculamos que el costo será cercano a los $ 500.000 cada uno, que bonificados por la Junta en un 50% quedará en $ 250.000 aproximadamente.

También compartimos la decisión de entregar con el aporte bonificado sólo una cierta cantidad por compañía y si alguien desea más deberá cancelar el total del valor, el que de todas maneras debería ser más barato que en el comercio, nacional o extranjero.

De todas maneras es un costo alto, ya que se trata sólo de chaqueta y pantalón normados, los que deben complementarse con calzado, casco, guantes y esclavina también normados para completar la seguridad que se requiere ante un flamazo o explosión de calor y fuego. Además de los equipos de respiración autónoma.

El disponer de un número limitado de uniformes normados puede significar reformular Órdenes del día del servicio activo de las compañías, lo que seguramente analizarán los estamentos competentes.

No obstante algunos cuerpos querrán adquirir más unidades, lo que pueden hacer si tienen el dinero para pagar el valor total.

El problema puede presentarse con cuerpos que no cuenten con la plata pero sí con contactos políticos o autoridades de gobierno que quieran apoyarlos vía proyectos con financiamiento de los FNDR o fondos de la Presidencia.

No entraremos a analizar la dificultad que pueda tener la Junta en cotizar, ya sea para Chilecompra u otro, el mismo uniforme a dos valores distintos, porque es un problema que deben haber visualizado y no nos corresponde comentar.

Pero aquí comienza una reflexión:

Si estoy equivocado agradeceré me corrijan, porque hay un dicho que dice que “Cada uno piensa con lo que sabe” y nuestro filósofo Humberto Maturana además afirma que “La realidad es la experiencia”.

Por lo anterior debo reflexionar de acuerdo a lo que me ha tocado conocer y en este aspecto la base de mi conocimiento y experiencia están en lo vivido (o sufrido) con la intendencia de la Quinta Región, la que sin dudas no es la que más apoya a sus bomberos.

Por ser la penúltima mala experiencia al respecto, nos basaremos en un proyecto para obtener material menor para los cuerpos de la Región que se presentó hace tres años y del que recién ahora se está recibiendo parte de las adquisiciones.


(La última mala experiencia la estamos teniendo ahora con un proyecto que está en el limbo, ya que aún no podemos saber si el Intendente lo ingresará y patrocinará o no, pues se lo entregamos en sus manos hace más de un mes, lo encontró muy bueno en principio y ahora no nos recibe ni da señales sobre su destino)

El proyecto que comentaremos, al fin fue aprobado este año, gracias a la conmoción que causó en el país la tragedia de calle Serrano. Si no hubiera sucedido, seguro que no se habría concretado aún.

El proyecto se confeccionó en lo pertinente sobre la base de la adquisición de diverso material menor disponible en la Junta, que está subvencionado, el que por dar un número alcanzaba a 1.000 unidades por los $ 600 millones aprobados en éste.

Una vez por fin aceptado el proyecto por el CORE, en Serplac se decidió que todo lo comprarían a través de Chilecompra y no se aceptó a la Junta como proveedor ya que no factura con IVA y no había un convenio marco.

La cotización por Chilecompra como era de esperarse resultó imposible para muchos ítemes, ya que como no se compran elementos o artículos comunes sino especializados, entregar todas las especificaciones técnicas y de calidad, homologarlos, con proveedores posiblemente desconocidos, aparte que significó un enorme esfuerzo para todos, no llegó a conclusiones confiables, pero sí se obtuvieron algunos precios.

Por razones a las que no tuvimos acceso y por ser precios cotizados a proveedores (sin subvención), la cantidad de material a comprar por la intendencia se redujo, quedando, también por dar una cifra como ejemplo, en 800 por los mismos $ 600 millones.

Como no resultó la compra de esos materiales a través de Chilecompra, después de muchas vueltas se optó por firmar acuerdos marcos provinciales con la Junta, lo que se hizo, pero manteniendo el número de elementos en 800, ya que aparentemente por instrucciones de Mideplan, no se puede alterar el número de productos a adquirir según el proyecto.

Pero el número original era 1.000 a un costo de $ 600 mns. y ahora estamos hablando de 800, lo que obviamente le ahorra una importante cantidad de dinero y los bomberos pierden una importante cantidad de materiales.

Pero eso aparentemente es irreversible y parece que no vale la pena seguir analizándolo, pero sí sacar conclusiones para reflexionar.

¿Fue a propósito o por ignorancia lo que sucedió? No podemos calificarlo, pero los más de $150 mns. que se ahorró el Estado del FNDR, ¿quién los puso? Obvio: Los Bomberos por la subvención de la Junta.

El Estado le entrega fondos a la Junta para que adquiera equipamiento para los bomberos -> La Junta licita y compra a los proveedores -> Subvenciona una parte y lo entrega a los cuerpos que pagan un aporte inferior al valor real -> Se cierra un círculo lógico.

Pero cuando el dinero para la compra lo pone el Fisco y se compra a la Junta, se produce un efecto desventajoso para los bomberos en general, por lo que sigue:

Uniforme normado Costo total ........ $ 500.000
................................ IVA ................... 79.832
..............................Neto ................... 420.168
...............................Aporte Junta....... 250.000
.............................Aporte Fisco ....... $ 170.168

A menos que esté muy equivocado, financiar un uniforme con un FNDR le cuesta al Estado $ 90.336 (aporte menos IVA), mientras que los Bomberos ponen $ 329.832.

Es cierto que se benefician bomberos, pero a un costo muy alto para TODOS los bomberos, debido a que por los importantes montos que habrá que invertir en la compra de los uniformes deberá recurrirse al Fondo Solidario del art. 26, lo que en definitiva descapitaliza a la Junta Nacional.

Algo similar sucede con los carros, donde la fórmula es parecida, claro que con valores más grandes.

Hay que tener claro que el Estado entrega dólares para subvencionar la compra de material mayor y menor por parte de los Cuerpos, pero también es cierto que son muy pocos los cuerpos que pueden adquirirlos con recursos propios, por lo que al hacerlos vía FNDR como es el grueso en la actualidad, el sistema se ha desvirtuado en perjuicio de los bomberos.

La Junta recibe para importar carros y material menor, un poco más de US$ 6 millones, lo que no alcanza para cubrir todas las solicitudes, debiendo recurrirse al Fondo Solidario art. 26.

En números gruesos: Si un carro cuesta $100 mns, IVA incluido ($16 mns.), el aporte del FNDR es de $ 40 mns. y los bomberos ponen $ 60 mns, cuánto pone el Estado? $ 24 mns. y los Bomberos $ 76 mns.

En la última Asamblea Nacional se presentó una moción para cambiar el monto de los aportes, pero fue desestimada por lo menos hasta la próxima asamblea.

Pareciera razonable a primera vista, que los precios de los equipos debieran ser los reales y cuando los adquieran los Cuerpos se procediera a aplicar la subvención, pero para eso la Junta no debería estar en medio de una compra.

¿Por qué pensamos lo anterior? Porque según la Ley de Presupuesto los fondos que se le entregan a la Junta son para Adquisición de Material mayor y menor con recursos bomberiles - inferimos - ya que a ellos se pretende ayudar.

Toda compra que no sea efectuada con recursos de los Cuerpos que obligue a utilizar el Fondo Solidario art. 26, nos perjudica a todos y los únicos que ganan son el proveedor, sus representantes y las autoridades de gobierno que se muestran orgullosas de su generosidad.

En ATINA BOMBEROS lo pasamos diciendo: Los cuerpos no son solidarios y si necesitan o quieren un carro no importa de donde ni cómo sale el financiamiento.

Realmente sentimos que el sistema actual y como se supone para el futuro, no es beneficioso para los bomberos, por lo que hay que revisarlo, ya que cada proyecto aprobado que se agradece tanto y que se publicita más, en el fondo significa un muy desigual esfuerzo entre Bomberos y Estado.

MUY DISTINTO ES EL CASO DE PROYECTOS FNDR PARA CONSTRUCCIONES DE CUARTELES, YA QUE SE LICITAN Y FINANCIAN ENTERAMENTE POR EL FISCO. Ese es un aporte en dinero fresco que hace el Estado a los Bomberos.

Lo anterior nos lleva a pensar qué solución podría haber.

¿Puede o debe considerarse a la Junta como un proveedor?

¿No debería proveer sólo a los cuerpos de bomberos?

Entendiendo lo del prestigio, la economía de escala y la ausencia de comisiones a favor de la Junta y lo que se ha obtenido que es muy bueno, ahora que cambiaron los financiamientos ¿no sería más razonable que los proveedores tuvieran representantes en Chile, cotizaran y vendieran sus artículos directamente, o se licitara cada vez que se tratara de un monto importante?

Después de las experiencias descritas, en ATINA BOMBEROS nos queda claro que la Junta no puede ni debe venderle a terceros no bomberos productos subvencionados.

Si la Junta estuviera inscrita en Chilecompra cualquiera podría comprar y los bomberos lo subvencionarían. Es impresentable.

Parece que como están dadas las cosas, debería redefinirse la misión y el rol de la Junta Nacional es este aspecto y lo más luego posible, ya que por los ejemplos anotados se ve que el sistema que se está utilizando beneficia sólo a los proveedores pero no a los bomberos y es muy posible que se incremente en el futuro.

Siempre hemos sostenido que el rol indiscutido, a la vez la razón de ser de la Junta es apoyar el mejoramiento de la gestión global de los bomberos chilenos, lo que se ha cumplido en el pasado, pero en los últimos años, con el advenimiento de los proyectos FNDR, que tan útiles son para los cuerpos que los obtienen, de mantenerse el mismo sistema se está perjudicando el todo.

Reconocemos que los proyectos FNDR son la solución para adquirir carros actualmente, pero creemos que los aportes de cada parte debe revisarse.

Podría ser una locura, pero muchas veces de locuras salen soluciones razonables:

¿Qué pasaría si la Junta se limitara a recibir y estudiar las necesidades de los bomberos y las especificaciones de los equipamientos requeridos, y periódicamente cotizara y firmara acuerdos marco con proveedores calificados, pasando a ser una “Calificadora”o “Certificadora”, que sirviera de aval a las compras que por cualquier vía se hicieran, sean los cuerpos o proyectos fiscales para Bomberos u otras entidades que compran a través de Chilecompra?

Entendemos que para algunos proyectos o situaciones es reconocida por el estado como Organismo Técnico o algo así.

Podría recibir o no una comisión por esto, (desconocemos como se usa en estas cosas) pero debería ser muy interesante para los proveedores estar “calificados o certificados” ya que por lógica sus productos tendrían un gran paso avanzado en ese aspecto y sus volúmenes de venta se verían incrementados.

Así la Junta podría ser un comprador para mantener un stock para las emergencias o las necesidades de poco volumen que pueden tener cuerpos individuales, pero no como el de un representante.

Pero la Junta debería seguir subvencionando todos los requerimientos de los cuerpos que estén dentro de lo que se reglamente, que hagan financiados con fondos propios.

A lo mejor es discutible o totalmente desechable, pero pensar de otra manera es una buena forma de ejercicio para cuestionar los paradigmas o aceptar que éstos podrían haber cambiado y por lo mismo como dicen los expertos “cuando un paradigma cae, se comienza de cero

Es interesante y no agresivo aceptar que muchas veces “Los árboles no dejan ver el bosque”



ATINA BOMBEROS

22 noviembre, 2007

¿Estamos equivocados en Atina Bomberos?

Es curioso, pero lo hemos dicho tanto en ATINA BOMBEROS y parece que a sólo a nosotros nos preocupa:
Cada día la SVS se mete tanto más en las actividades de los bomberos que no entendemos qué está esperando para formar un cuerpo propio.

Como van las cosas, si lo decide repartirá todas las platas fiscales a su antojo.

La SVS, por propia definición es la única en Chile que sabe lo que necesitan o no los Bomberos.

Es posible que estemos desinformados, hemos reiterado muchas veces que no somos abogados y los que podrían interesarse en esto tampoco lo hacen, pero no entendemos como se hacen los cambios en las leyes sin que a lo menos se publiquen.

Por lo menos eso es lo que aprendimos muchos de nosotros en el Colegio en ese entonces en el ramo de Educación Cívica y posteriormente en la Universidad en los ramos relativos a Derecho de distinto tipo. La Ley se presume conocida por todos.

No lo hemos podido ver en la página de la SVS ni en la de la Junta: Cuándo el actual Gobierno le asignó a la SVS poder para revisar y cuestionar toda actividad bomberil, fuera de las Ayudas Extraordinarias (que le corresponde), incluso pasando por encima de las revisiones y aprobaciones de las Gobernaciones Provinciales.

¿O también estarán cuestionadas y bajo la supervisión de la SVS?

Sabemos que ante un requerimiento de la Contraloría General de la República hay que aceptar cualquier revisión, porque es su ámbito, pero no conocemos por qué también de la SVS. Tal vez las Gobernaciones tendrán algo de conocimiento pero tampoco lo dicen, porque cuando aprueban las rendiciones no las dejan supeditadas a posterior ratificación de la SVS.

No resulta lógico que ahora sean dos estamentos gubernamentales los que deben revisar a los Bomberos. No somos tan ladrones si es lo que pretenden establecer. Que busquen en otros lados.

Sería bueno que se supiera lo que sucede. Posiblemente el Presidente de la Junta cuando se reunió con el Superintendente de SVS haya aclarado el tema, pero no se ha conocido por parte de los cuerpos. No nos podemos imaginar que hayan acordado estas revisiones ya que don Miguel Reyes es abogado y por lo tanto no permitiría convenir algo fuera de la ley.

Es cierto que en Chile hay bastantes problemas, los que de mejor o peor manera se arreglan políticamente y debemos suponer que en eso también se incluyen los que afectan a las Fuerzas Armadas y de Orden, lo que suena absolutamente aceptable dentro de una democracia.

Pero los Bomberos, como una ONG más, en el fondo no le preocupan a nadie porque calladamente hacen su labor, no reclaman, no presionan y por último alguna autoridad les da un caramelo y se quedan tranquilos, ya que tampoco dependen de una sola.

Da risa y rabia: Hay un terremoto en el norte: ¿Qué sale en la prensa?

Que carabineros reforzó su dotación en 80 efectivos; Que hay 10 camiones aljibe del Ejército repartiendo agua y que asaltaron un camión con víveres para los voluntarios de un techo para Chile.

Todos funcionan y aparecen, menos los Bomberos, cuando varios cuerpos han apoyado a los cuerpos mas necesitados, con Voluntarios y víveres y hasta se han quedado sin petróleo en los carros y a las autoridades no les ha importado que eso suceda, porque hay otras prioridades o porque ese problema no sale en la tele.

Creo que nos pasamos de buenos y por eso se aprovechan todos.

No es que pretendamos echar en cara una actividad que voluntaria y responsablemente asumimos y realizamos con mucho cariño, pero la omisión absoluta de una acción, por garantizada que esté, duele un poco, ya que nadie discute que está dentro de nuestro ámbito de acción el hacer rescates, botar cornisas peligrosas y repartir agua, pero no suena justo que se realcen tanto lo que hacen los otros ignorando a los bomberos, que además deben hacer esfuerzos para cumplir como trabajadores en su pega particular.

Tratamos de conseguir ayuda en dinero para combustible de los carros y alimentar a nuestros bomberos en servicio o maderas para alzaprimar casas con problemas y ESTO ULTIMO NO ES PROBLEMA NUESTRO, ya que debemos alzaprimar mientras realizamos un rescate pero no después. Pero como siempre queremos dar un paso más en ayuda a la comunidad...

Es enorme al trabajo que han realizado los Bomberos del norte y es bien poca la ayuda que han recibido y menos aún el reconocimiento público y ¿por qué?

Porque las instituciones armadas y carabineros cuentan con servicios de relaciones públicas, que contactan a los medios de prensa y consiguen “cuñas” o coberturas donde destacan su labor. Además a las autoridades de gobierno les gusta mostrarlo.

Y los Bomberos, ¿a quién le importa?

Obvio, los Cuerpos de Bomberos no tienen esos profesionales, por lo que sus problemas y aportes no los conoce nadie y todos parten de la base que para eso están (poco menos que para eso les pagan) y la Junta Nacional, que cuenta con el personal para hacer esa labor de real apoyo institucional, no envía sus periodistas y prefiere que anden haciendo reportajes positivos o cubriendo las actividades del jefe.

En las emergencias grandes es cuando hay que estar, contactar a la prensa, conseguir cobertura. Y eso no se hace. De poco sirve publicar un reportaje varios meses después.

Insistimos: En ATINA BOMBEROS creemos que definitivamente el sistema bomberil nacional por así llamarlo, con la desarticulada infraestructura que mantiene a un importante costo, no funciona como debiera ser en estos tiempos y circunstancias y se actúa casi igual como aconteció para el terremoto de 1906 en que el Cuerpo de Valparaíso recibió a sus hermanos de Santiago para apoyarlo y muy posiblemente todo financiado por los propios bomberos. Eran otros tiempos y claramente muy diferentes: Los Cuerpos eran importantes, autónomos, se arreglaban solos o entre ellos.

Los Bomberos eran respetados y eso que no existían las encuestas de imagen y percepción ciudadana, que aún en el 2007 se sigue confirmando.

No sucede lo mismo con las autoridades. Claro que ahora el Estado destina algunos recursos aunque sean insuficientes.

Hoy la SVS hace y deshace a vista y paciencia de la Junta, que pareciera que no actúa porque teme que le fuera a pasar algo. Los cuerpos se las arreglan como pueden para defenderse y ante las amenazas y citaciones indebidas de los funcionarios de la SVS, entregan toda documentación que tengan y son capaces de acusar a otros con tal de congraciarse con estos verdaderos inquisidores fiscales.

No sé si esto estará pasando con muchos cuerpos, pero en nuestra región sí y demasiado. Los nombres de los cuerpos afectados están claros y disponibles. Esperaremos saber primero cómo le irá a la Junta con sus gestiones que estamos solicitando haga a la SVS, antes de entrar en más detalles.

Seamos claros: Insistimos en que la trasparencia es lo más importante y que debe rendirse cuenta de todo lo recibido conforme a la ley, ANTE LAS AUTORIDADES QUE LA MISMA LEY DISPONE Y NO ANTE OTRAS QUE SE ARROGAN FACULTADES QUE NO TIENEN.

Es posible que cuerpos grandes tengan o hayan tenido problemas con la SVS, pero por una mal entendida dignidad y la típica falta de solidaridad entre cuerpos, no lo hayan informado, por lo que muchos otros no lo hayan sabido y en algunos casos tampoco la Junta, incluso llegando a acuerdos con la SVS sin informar a ésa, por lo que si esta situación explosiona algún día, los efectos pueden ser muy impredecibles.

Declaramos sí, como siempre, que muchas veces los cuerpos son culpables de no hacer las cosas bien o hacerlas a la pinta de sus jefes, por lo que merecen sanciones. Eso sucede a menudo. Pero también decimos que la SVS ofrece soluciones a muchos de esos problemas siempre que se hable directamente con ellos, baypaseando la estructura bomberil.

Eso lo sabemos todos, pero salvo en ATINA BOMBEROS no se dice. ¿A qué se le teme? ¿Qué podríamos tener escondido para hacernos actuar así? A mí por lo menos no se me ocurre nada, por lo que si el dicho “el que nada hace nada teme” significa inmovilidad, podría acercarse a compararlo con inexistencia.... La respuesta es obvia.

No estamos ni en 1851 ni en 1906. Así como con la crisis de los años sesenta se vio la necesidad de unirse en 1970, creemos que desde hace algunos años hay que repensar la actual “unión” y analizar para qué esta sirviendo, ya que no necesitamos una Junta Abastecedora de Bomberos sino una Junta Coordinadora, como la que se creó en un principio, que hoy pueda representar a los Bomberos, no sólo en el financiamiento y adquisición de equipos, sino en sus derechos ante las autoridades de gobierno y la ciudadanía.

Además que obtenga un pronunciamiento sobre lo que se pretende con los Bomberos chilenos y actúe en consecuencia.

Los tiempos cambiaron, los intereses cambiaron, los mecenas desaparecieron, muchos caballeros también y por lo tanto hay que readecuarse para funcionar en un entorno que dista muchísimo del de la fundación de la Asociación contra Incendios y por lo mismo, reevaluar la organización, la relación con las autoridades de gobierno y la interrelación entre los cuerpos.

Lo que no se puede cambiar son los valores, porque son intransables: Ser voluntarios, profesionales no rentados, autónomos, honestos, abnegados, disciplinados, leales, solidarios y otros no menos importantes. Sí agregar organizados.

Los Bomberos no han cambiado su misión ni su entrega. Son las autoridades las que lo han hecho.

Pero no podemos ser el guatón Loyola de la cueca. Deben respetarnos y si el gobierno piensa otra cosa, que lo manifieste, pero no permitir que los cuerpos sufran vejámenes por parte de autoridades o de funcionarios que se erigen como tales y nadie hace de contraparte.

¿A qué nos están obligando? Parece que a que nos politicemos, busquemos parlamentarios que estén disponibles para plantear nuestros problemas a las autoridades de gobierno y con ello obtengan cobertura de prensa para ellos y nosotros, en ese orden.

¿Es justo? Pienso que no, pero parece que es la única forma, ya que todos ponen primero sus intereses y después los de los otros. ¿Humano? Sí. Es lo que hay y en todas partes. Parece que los Bomberos somos diferentes y por eso nos tratan como a bichos raros y nos utilizan.

Un amigo dice basta de reflexiones, hay que pasar a la acción, pero ¿cómo si somos 309 corporaciones distintas que se dedican a lo mismo y nadie hace de cabeza?

ATINA BOMBEROS

11 noviembre, 2007

¿Iremos por el camino correcto?

En ATINA BOMBEROS siempre hemos buscado ser un punto de vista integrador y positivo, pero también de denuncia de situaciones que nos preocupan porque atentan contra el mejoramiento de la actividad bomberil chilena, que en lo particular y personal nos enorgullece y amamos y que sabemos que en gran medida representa el anhelo de la inmensa mayoría de los que visten la cotona del Bombero, aunque por diversos motivos entendibles no lo consignen en los comentarios de este blog.

Siempre lo hemos dicho y no somos originales al hacerlo, “esta actividad es un orgullo para Chile, para la Patria entera”, ya que en ninguna parte del mundo, ha permanecido un servicio único de ayuda a la comunidad tan eficaz, moderno y barato en manos de voluntarios privados.

Y se ha construido a mano, con amor, con ideales plasmados en estatutos breves y amplios para que los caballeros que integrarían este servicio de utilidad pública, tuvieran una norma básica por la que regirse, anteponiendo los principios y las lealtades a la causa por sobre sus aspiraciones o ambiciones personales.

Pero hay que cuidar esta actividad de lo malo externo e interno, lo que por decirlo de alguna manera, incluye mantenimiento y adecuación funcional a los tiempos.

Es razonable y esperable que en las sociedades por ser constituidas por hombres, siempre estará abierta la posibilidad de que aparezcan las ambiciones, pero si estas son limpias, positivas y tendientes a mejorar lo que hay - sin lucro personal o de otro tipo - bienvenidas sean.

De eso se da mucho en los Bomberos. Creo que si uno pudiera considerar a todas las personas que han pasado por algún cuerpo a lo largo de toda nuestra trayectoria bomberil, la comparación entre los buenos y los malos daría una diferencia exponencial a favor de los unos versus los otros.

Y es razonable. Todos los que se incorporan a bomberos en la juventud lo hacen con el mejor espíritu de servicio y a la gran mayoría les dura por toda su vida. Teniendo mando se empieza a complicar un poco.

De los que ingresan en edad mayor, los más lo hacen con buen espíritu, pero algunos lo hacen a veces con ánimo de figuración, de poder y más de uno tiene también la intención de lucrar para sí.

Y los estatutos o reglamentos poco tienen para defenderse de eso, sino por el contrario.

Como lo hemos dicho tanto en ATINA BOMBEROS, por ignorancia en buena administración, comodidad, falta de personas mas capacitadas, costumbre o interés, en toda nuestra organización bomberil se permite y privilegia el caudillismo por sobre la funcionalidad especialmente administrativa, pero también operativa en muchos casos.

Si más de alguien se queja que en Chile hay un régimen presidencialista demasiado fuerte, no pueden ser bomberos, donde como lo hemos dicho - con mala experiencia anterior - prácticamente se elige y proclama a un dios.

Casi es omnipotente y si quiere puede serlo, ya que el directorio a quién debe reportarse, normalmente acepta todo lo que de él provenga o disponga, sin cuestionamientos. Si bien deben existir un estatuto y un reglamento - hechos para caballeros - si le parece los respeta y si no lo hace, casi nadie dice nada.

Como lo decíamos mas arriba, sean cuales fueran las razones que mueven a la organización bomberil, habida cuenta que ya queda bastante menos del espíritu caballeroso antiguo, no se toma ninguna acción para actuar en contra del caudillismo, que puesto en grosero pasa a ser una dictadura por el poder en sí mismo y el que da la administración discrecional de la chequera, ya que no hay otra fuerza.
(Poderoso señor es don dinero)

Uno puede estar de acuerdo o no con las dictaduras, pero en casi todas partes la democracia está de moda, aunque parece que a los bomberos nos gusta ser distintos sobre todo cuando tenemos el poder.

En ATINA BOMBEROS nunca estaremos por la indisciplina ni el libertinaje como parece que se entiende la democracia en muchos estamentos sociales, donde la presión de las minorías tiene mas fuerza que los derechos de la inmensa mayoría de ciudadanos comunes y corrientes que pagan impuestos, cruzan en las esquinas, respetan las señales de tránsito, son tenedores responsables de mascotas, no rayan paredes, no protestan destruyéndolo todo, ni son delincuentes amparados por la justicia.

Estamos por que se respeten los derechos de todos por igual, sean constitucionales, legales, estatutarios o reglamentarios. Tampoco aceptamos que por el hecho de ser Bomberos, debamos tener menos derechos que un ciudadano común y corriente, por indebida disposición de alguien.

Y para eso deben existir las normas y exigirse su cumplimiento, a todos.

Lo hemos dicho y lo repetimos: Hacer uso de un derecho es muy diferente a rogar por un favor. Si cumplo con lo estipulado para obtener algo, tengo derecho a él.

Es lógico que las autoridades pueden hacer excepciones, pero no administrar en base de ellas.

¿Qué acciones habría que tomar como mínimo si es que se quiere cambiar en este aspecto? Pocas pero importantes: Reglamentar, hacer políticas y procedimientos claros y trasparentes y cumplirlos. Hasta los caballeros necesitan claras reglas del juego para facilitar la imparcialidad.

Claro que no es fácil, sobre todo cumplirlos.

¿Por qué? Porque se pierde poder. Al moverse libre de parámetros o en una amplitud casi ilimitada, se puede hacer harto por muchos y de manera muy expedita y los beneficiados tendrán la obligación de aceptarlo como un favor y agradecerlo como tal, ahora o después, pero no recibirlo como un derecho que es lo que corresponde, ya que en nuestro caso, siempre la plata es de los Bomberos, pues si se ha recibido o recolectado es para el uso de ellos en el servicio. Si no fuera así no existirían esos recursos. Los dirigentes sólo deben administrarlos bien. Obvio.

Lo anterior hace aparecer en los directorios servilismos e incondicionalismos que no dejan crecer la organización de una manera racional y eficiente y se crean clanes de protección mutua, donde también están algunos por el solo hecho de figurar, que nada aportan y algo obtienen, pero como ayudan en la protección porque tienen derecho a voto y sus compañías o cuerpos nada dicen porque también obtienen....

Lamentablemente la Junta Nacional, que por los recursos que maneja debiera dar la pauta en cuanto a una administración profesional que sirviera de modelo a lo que se debería esperar o exigir para mantener un bomberismo chileno autónomo y perdurable como tal en el tiempo, no lo hace y peor aún, es un ejemplo de como dirigir de manera autocrática y sin importar los acuerdos, ya que como hemos dicho, hay muy poco reglamentado y muchas veces tampoco se cumple.

Ejemplos: 1.- En el Directorio de marzo de 2007, se acordó lo siguiente:

“6. Declarar oficialmente el inicio de un proceso destinado a la reforma del Estatuto institucional, a cuyo efecto sobre tópicos a incluir, etapas del proceso, fechas y procedimientos, presentará un informe en próxima sesión ordinaria de Directorio Nacional, una comisión que se acuerda nombrar al efecto, presidida por el Vicepresidente Nacional don Raúl Morales, e integrada por el Presidente Honorario don Octavio Hinzpeter, los Directores Nacionales señores Eugenio Díaz, Renán Carrasco y Alejandro Artigas, y el asesor jurídico institucional” (página web de la JN)

A pesar que no se hicieron reuniones, se recibieron proposiciones y se aprobó una sola reforma, que fue la de no incluir a la nueva Región de Arica en el Directorio Nacional por ser constituida por un solo cuerpo. Y ESO FUE TODO.

Lo que se envió de los Regionales, incluidos nosotros, estudiado bien a conciencia y con la mejor de las intenciones, fue desestimado al igual que otras proposiciones. Es decir lo único importante era Arica. El resto todo maravillosamente bien. No se requieren más cambios. ¿Será posible?

Hay hartos bomberos, incluido Directores Nacionales que piensan que deben hacerse cambios en los estatutos, pero la mayoría del Directorio no quiere y como siempre se delegan las atribuciones en el Consejo Ejecutivo, no se vislumbra que habrá cambios importantes.

Puede que alguien o muchos no estén de acuerdo con el planteamiento de reformas que hemos estado haciendo desde hace mucho en ATINA BOMBEROS, ¿Pero estará todo tan perfecto?

Hay que hacer los cambios necesarios para que todo siga igual. (Gatopardo)

2.- En la Asamblea Nacional de mayo del 2005, consta en acta:

“14. Ratificar el acuerdo vigente sobre la administración de los fondos provenientes del artículo 26 del reglamento de la Ley 18.046.-, conforme al tenor de lo aprobado en la XXXIX sesión, ordinaria, de Asamblea Nacional, el 12 de junio de 2004, constituyendo con tales recursos un "Fondo Solidario" y un "Fondo para Proyectos", manteniendo asimismo la normativa sobre la aplicación de ambos aprobada en la sesión de Asamblea de 2004 antes individualizada”.

Cuando se ha solicitado acceder al Fondo Solidario se nos ha dicho verbalmente que no se aplicará este año. No se conoce el nuevo acuerdo de Asamblea, ni de Directorio (que no podría pasar por sobre un acuerdo de asamblea), que lo anule, pero igual no se concede ni se confirma por escrito la negativa y estamos en noviembre.

A nosotros cuando quisimos incorporarlo como un derecho alternativo de los cuerpos en nuestro instructivo regional, no se nos informó de esta decisión, sólo se nos conminó a anular nuestro instructivo. (Artículo Agosto: Ambigüedad, ¿centralización del poder?)

Claro que en informe de sesión de Consejo Ejecutivo del 6 de agosto de 2007, se anota que se aplicó $ 10.000.000 a un Cuerpo.

Osea, cuando quiero puedo. Es mi potestad no tu derecho.

¿Y la plata de quién es? ¿Para qué sirven los acuerdos de Asamblea?

3.- El fin de semana pasado se realizó un Directorio extraordinario para conocer de la renuncia de un Oficial Nacional. No apareció publicado en la página web. ¿No es importante? ¿Hay que quedarse con rumores o trascendidos, tan comunes en los bomberos?

Del resultado de ese Directorio no nos corresponde por ahora hacer comentarios, ¿pero citar al Directorio por una renuncia, cuando han habido otras donde se aceptan no más? El procedimiento está establecido en los artículos 12 y 24 del Estatuto de la Junta.

Cuando yo renuncié a mi cargo en la Junta, algunos de los miembros del Consejo Ejecutivo (que casi todos son los mismos que hoy) intentaron pasarme al Tribunal de Honor (contra los estatutos) por haber expuesto en la carta mi desacuerdo con la administración centralizada y personalizada de la Junta y ahora se cita a un Directorio, con todos los gastos que conlleva movilizar personas desde todo Chile, para que el Oficial explique sus motivos por los que quería renunciar, retire la renuncia y todos queden felices.

Antes de la reunión todo el mundo bomberil comentaba sobre las razones (aparentemente no expuestas) de la renuncia, pero parece que eran sólo sensaciones ya que con el retiro de ésta todos quedaron contentos, nadie tiene problemas con otro y la administración es cooperativa, en equipo, produciéndose una gran sinergia que debería llevar a la Junta a seguir siendo cada día mejor.

¿Es un paso positivo? ¿Es trasparente? ¿Suena lógico o me da la razón en las consideraciones que escribo, en cuanto a que nada se quiere cambiar?

Así las cosas se entiende bastante que los organismos de gobierno nos respeten poco, porque damos un triste ejemplo de como no se deben hacer las cosas. Y por ahí lamentablemente vendrá un futuro artículo en este blog...

Y solicitar favores es lo que los Bomberos deben hacer ante las autoridades de gobierno ya que no existen compromisos legales suficientes para proveer los recursos necesarios para el buen servicio de seguridad a la ciudadanía y los fondos regionales o de su disposición pasan por los intereses políticos...

¿Debe cada Cuerpo moverse al respecto: Elegir autoridades con figuración o contactos políticos?

Si hay problemas deben denunciarse y aclararse en las instancias que corresponden, -aunque para algunos sea deslealtad con el jefe – y no comentarlos en corrillos informales. Todo el mundo debería esperar que las reuniones de directorio sean el foro donde respetuosa pero claramente se digan las cosas de frente con altura de miras, con el objetivo de mejorar y ayudar en la gestión.

Así por lo menos lo hacen las empresas exitosas, pero ahí también los bomberos queremos ser diferentes.

Y lamentablemente los bomberos jóvenes con el alma pura, se empapan de la cultura organizacional al comentar estas situaciones como anécdotas, ya que “así somos los bomberos”

ATINA BOMBEROS