11 noviembre, 2007

¿Iremos por el camino correcto?

En ATINA BOMBEROS siempre hemos buscado ser un punto de vista integrador y positivo, pero también de denuncia de situaciones que nos preocupan porque atentan contra el mejoramiento de la actividad bomberil chilena, que en lo particular y personal nos enorgullece y amamos y que sabemos que en gran medida representa el anhelo de la inmensa mayoría de los que visten la cotona del Bombero, aunque por diversos motivos entendibles no lo consignen en los comentarios de este blog.

Siempre lo hemos dicho y no somos originales al hacerlo, “esta actividad es un orgullo para Chile, para la Patria entera”, ya que en ninguna parte del mundo, ha permanecido un servicio único de ayuda a la comunidad tan eficaz, moderno y barato en manos de voluntarios privados.

Y se ha construido a mano, con amor, con ideales plasmados en estatutos breves y amplios para que los caballeros que integrarían este servicio de utilidad pública, tuvieran una norma básica por la que regirse, anteponiendo los principios y las lealtades a la causa por sobre sus aspiraciones o ambiciones personales.

Pero hay que cuidar esta actividad de lo malo externo e interno, lo que por decirlo de alguna manera, incluye mantenimiento y adecuación funcional a los tiempos.

Es razonable y esperable que en las sociedades por ser constituidas por hombres, siempre estará abierta la posibilidad de que aparezcan las ambiciones, pero si estas son limpias, positivas y tendientes a mejorar lo que hay - sin lucro personal o de otro tipo - bienvenidas sean.

De eso se da mucho en los Bomberos. Creo que si uno pudiera considerar a todas las personas que han pasado por algún cuerpo a lo largo de toda nuestra trayectoria bomberil, la comparación entre los buenos y los malos daría una diferencia exponencial a favor de los unos versus los otros.

Y es razonable. Todos los que se incorporan a bomberos en la juventud lo hacen con el mejor espíritu de servicio y a la gran mayoría les dura por toda su vida. Teniendo mando se empieza a complicar un poco.

De los que ingresan en edad mayor, los más lo hacen con buen espíritu, pero algunos lo hacen a veces con ánimo de figuración, de poder y más de uno tiene también la intención de lucrar para sí.

Y los estatutos o reglamentos poco tienen para defenderse de eso, sino por el contrario.

Como lo hemos dicho tanto en ATINA BOMBEROS, por ignorancia en buena administración, comodidad, falta de personas mas capacitadas, costumbre o interés, en toda nuestra organización bomberil se permite y privilegia el caudillismo por sobre la funcionalidad especialmente administrativa, pero también operativa en muchos casos.

Si más de alguien se queja que en Chile hay un régimen presidencialista demasiado fuerte, no pueden ser bomberos, donde como lo hemos dicho - con mala experiencia anterior - prácticamente se elige y proclama a un dios.

Casi es omnipotente y si quiere puede serlo, ya que el directorio a quién debe reportarse, normalmente acepta todo lo que de él provenga o disponga, sin cuestionamientos. Si bien deben existir un estatuto y un reglamento - hechos para caballeros - si le parece los respeta y si no lo hace, casi nadie dice nada.

Como lo decíamos mas arriba, sean cuales fueran las razones que mueven a la organización bomberil, habida cuenta que ya queda bastante menos del espíritu caballeroso antiguo, no se toma ninguna acción para actuar en contra del caudillismo, que puesto en grosero pasa a ser una dictadura por el poder en sí mismo y el que da la administración discrecional de la chequera, ya que no hay otra fuerza.
(Poderoso señor es don dinero)

Uno puede estar de acuerdo o no con las dictaduras, pero en casi todas partes la democracia está de moda, aunque parece que a los bomberos nos gusta ser distintos sobre todo cuando tenemos el poder.

En ATINA BOMBEROS nunca estaremos por la indisciplina ni el libertinaje como parece que se entiende la democracia en muchos estamentos sociales, donde la presión de las minorías tiene mas fuerza que los derechos de la inmensa mayoría de ciudadanos comunes y corrientes que pagan impuestos, cruzan en las esquinas, respetan las señales de tránsito, son tenedores responsables de mascotas, no rayan paredes, no protestan destruyéndolo todo, ni son delincuentes amparados por la justicia.

Estamos por que se respeten los derechos de todos por igual, sean constitucionales, legales, estatutarios o reglamentarios. Tampoco aceptamos que por el hecho de ser Bomberos, debamos tener menos derechos que un ciudadano común y corriente, por indebida disposición de alguien.

Y para eso deben existir las normas y exigirse su cumplimiento, a todos.

Lo hemos dicho y lo repetimos: Hacer uso de un derecho es muy diferente a rogar por un favor. Si cumplo con lo estipulado para obtener algo, tengo derecho a él.

Es lógico que las autoridades pueden hacer excepciones, pero no administrar en base de ellas.

¿Qué acciones habría que tomar como mínimo si es que se quiere cambiar en este aspecto? Pocas pero importantes: Reglamentar, hacer políticas y procedimientos claros y trasparentes y cumplirlos. Hasta los caballeros necesitan claras reglas del juego para facilitar la imparcialidad.

Claro que no es fácil, sobre todo cumplirlos.

¿Por qué? Porque se pierde poder. Al moverse libre de parámetros o en una amplitud casi ilimitada, se puede hacer harto por muchos y de manera muy expedita y los beneficiados tendrán la obligación de aceptarlo como un favor y agradecerlo como tal, ahora o después, pero no recibirlo como un derecho que es lo que corresponde, ya que en nuestro caso, siempre la plata es de los Bomberos, pues si se ha recibido o recolectado es para el uso de ellos en el servicio. Si no fuera así no existirían esos recursos. Los dirigentes sólo deben administrarlos bien. Obvio.

Lo anterior hace aparecer en los directorios servilismos e incondicionalismos que no dejan crecer la organización de una manera racional y eficiente y se crean clanes de protección mutua, donde también están algunos por el solo hecho de figurar, que nada aportan y algo obtienen, pero como ayudan en la protección porque tienen derecho a voto y sus compañías o cuerpos nada dicen porque también obtienen....

Lamentablemente la Junta Nacional, que por los recursos que maneja debiera dar la pauta en cuanto a una administración profesional que sirviera de modelo a lo que se debería esperar o exigir para mantener un bomberismo chileno autónomo y perdurable como tal en el tiempo, no lo hace y peor aún, es un ejemplo de como dirigir de manera autocrática y sin importar los acuerdos, ya que como hemos dicho, hay muy poco reglamentado y muchas veces tampoco se cumple.

Ejemplos: 1.- En el Directorio de marzo de 2007, se acordó lo siguiente:

“6. Declarar oficialmente el inicio de un proceso destinado a la reforma del Estatuto institucional, a cuyo efecto sobre tópicos a incluir, etapas del proceso, fechas y procedimientos, presentará un informe en próxima sesión ordinaria de Directorio Nacional, una comisión que se acuerda nombrar al efecto, presidida por el Vicepresidente Nacional don Raúl Morales, e integrada por el Presidente Honorario don Octavio Hinzpeter, los Directores Nacionales señores Eugenio Díaz, Renán Carrasco y Alejandro Artigas, y el asesor jurídico institucional” (página web de la JN)

A pesar que no se hicieron reuniones, se recibieron proposiciones y se aprobó una sola reforma, que fue la de no incluir a la nueva Región de Arica en el Directorio Nacional por ser constituida por un solo cuerpo. Y ESO FUE TODO.

Lo que se envió de los Regionales, incluidos nosotros, estudiado bien a conciencia y con la mejor de las intenciones, fue desestimado al igual que otras proposiciones. Es decir lo único importante era Arica. El resto todo maravillosamente bien. No se requieren más cambios. ¿Será posible?

Hay hartos bomberos, incluido Directores Nacionales que piensan que deben hacerse cambios en los estatutos, pero la mayoría del Directorio no quiere y como siempre se delegan las atribuciones en el Consejo Ejecutivo, no se vislumbra que habrá cambios importantes.

Puede que alguien o muchos no estén de acuerdo con el planteamiento de reformas que hemos estado haciendo desde hace mucho en ATINA BOMBEROS, ¿Pero estará todo tan perfecto?

Hay que hacer los cambios necesarios para que todo siga igual. (Gatopardo)

2.- En la Asamblea Nacional de mayo del 2005, consta en acta:

“14. Ratificar el acuerdo vigente sobre la administración de los fondos provenientes del artículo 26 del reglamento de la Ley 18.046.-, conforme al tenor de lo aprobado en la XXXIX sesión, ordinaria, de Asamblea Nacional, el 12 de junio de 2004, constituyendo con tales recursos un "Fondo Solidario" y un "Fondo para Proyectos", manteniendo asimismo la normativa sobre la aplicación de ambos aprobada en la sesión de Asamblea de 2004 antes individualizada”.

Cuando se ha solicitado acceder al Fondo Solidario se nos ha dicho verbalmente que no se aplicará este año. No se conoce el nuevo acuerdo de Asamblea, ni de Directorio (que no podría pasar por sobre un acuerdo de asamblea), que lo anule, pero igual no se concede ni se confirma por escrito la negativa y estamos en noviembre.

A nosotros cuando quisimos incorporarlo como un derecho alternativo de los cuerpos en nuestro instructivo regional, no se nos informó de esta decisión, sólo se nos conminó a anular nuestro instructivo. (Artículo Agosto: Ambigüedad, ¿centralización del poder?)

Claro que en informe de sesión de Consejo Ejecutivo del 6 de agosto de 2007, se anota que se aplicó $ 10.000.000 a un Cuerpo.

Osea, cuando quiero puedo. Es mi potestad no tu derecho.

¿Y la plata de quién es? ¿Para qué sirven los acuerdos de Asamblea?

3.- El fin de semana pasado se realizó un Directorio extraordinario para conocer de la renuncia de un Oficial Nacional. No apareció publicado en la página web. ¿No es importante? ¿Hay que quedarse con rumores o trascendidos, tan comunes en los bomberos?

Del resultado de ese Directorio no nos corresponde por ahora hacer comentarios, ¿pero citar al Directorio por una renuncia, cuando han habido otras donde se aceptan no más? El procedimiento está establecido en los artículos 12 y 24 del Estatuto de la Junta.

Cuando yo renuncié a mi cargo en la Junta, algunos de los miembros del Consejo Ejecutivo (que casi todos son los mismos que hoy) intentaron pasarme al Tribunal de Honor (contra los estatutos) por haber expuesto en la carta mi desacuerdo con la administración centralizada y personalizada de la Junta y ahora se cita a un Directorio, con todos los gastos que conlleva movilizar personas desde todo Chile, para que el Oficial explique sus motivos por los que quería renunciar, retire la renuncia y todos queden felices.

Antes de la reunión todo el mundo bomberil comentaba sobre las razones (aparentemente no expuestas) de la renuncia, pero parece que eran sólo sensaciones ya que con el retiro de ésta todos quedaron contentos, nadie tiene problemas con otro y la administración es cooperativa, en equipo, produciéndose una gran sinergia que debería llevar a la Junta a seguir siendo cada día mejor.

¿Es un paso positivo? ¿Es trasparente? ¿Suena lógico o me da la razón en las consideraciones que escribo, en cuanto a que nada se quiere cambiar?

Así las cosas se entiende bastante que los organismos de gobierno nos respeten poco, porque damos un triste ejemplo de como no se deben hacer las cosas. Y por ahí lamentablemente vendrá un futuro artículo en este blog...

Y solicitar favores es lo que los Bomberos deben hacer ante las autoridades de gobierno ya que no existen compromisos legales suficientes para proveer los recursos necesarios para el buen servicio de seguridad a la ciudadanía y los fondos regionales o de su disposición pasan por los intereses políticos...

¿Debe cada Cuerpo moverse al respecto: Elegir autoridades con figuración o contactos políticos?

Si hay problemas deben denunciarse y aclararse en las instancias que corresponden, -aunque para algunos sea deslealtad con el jefe – y no comentarlos en corrillos informales. Todo el mundo debería esperar que las reuniones de directorio sean el foro donde respetuosa pero claramente se digan las cosas de frente con altura de miras, con el objetivo de mejorar y ayudar en la gestión.

Así por lo menos lo hacen las empresas exitosas, pero ahí también los bomberos queremos ser diferentes.

Y lamentablemente los bomberos jóvenes con el alma pura, se empapan de la cultura organizacional al comentar estas situaciones como anécdotas, ya que “así somos los bomberos”

ATINA BOMBEROS