21 diciembre, 2006

Saludo Navideño

Muy estimados amigos lectores y queridos participantes de ATINA BOMBEROS:

En estas fechas tan importantes para la humanidad y el cristianismo deseo hacerles llegar un mensaje de paz, alegría y esperanza en Navidad y en el próximo nuevo año 2007.

Deseo como todas las personas de bien, que haya felicidad y paz en los corazones y en la familia y que disfrutemos en este encuentro de amor e intimidad del mensaje que Cristo nos dejó: Amarnos los unos a los otros y hacer con los otros lo mismo que quisiéramos que hicieran con nosotros.

Nada más y nada menos.

Es tan sencillo como difícil: No hagas a otro lo que no quieres que hagan contigo.

Los Bomberos somos grandes y buenas personas, no dejemos que ambiciones o lucimientos personales nos hagan salir de la misión de servicio que abrazamos desde jóvenes.

Desterremos el egoísmo y miremos hacia el lado. Hemos sido benditos al incorporarnos a esta noble tarea, por lo que la solidaridad debe ser también una de nuestras virtudes, no sólo con los demás, que lo somos, sino con nuestros hermanos bomberos, buscando la unidad más que la diferenciación y apoyarlos cuando están en problemas a fin de que podamos estar juntos y sólidos cuando la situación lo exija.

Recordemos nuestra misión: Servir a los demás, con ABNEGACIÓN Y CONSTANCIA como dice el lema de mi Cuerpo Fundador.

También aprovechemos de agradecer a nuestras familias su desvelo y falta de atención nuestra cuando la dejamos para cumplir con esta vocación tan mal apoyada por tantos.

Somos una fuerza moral muy fuerte y la gente lo reconoce y aprecia. No los defraudemos nunca, sobre todo en estos momentos en que en Chile se acentúan las diferencias por sobre lo que es mejor para todos.

Y siempre recordemos a nuestros Mártires. Ellos nos demuestran que fueron capaces de dar la vida por los demás, no por vanidad sino por amor, ya que la vanidad nunca podrá valer más que la vida.

Un gran abrazo de Fe en Dios y en nuestra causa y que el próximo año nos unamos más en beneficio nuestro, de la comunidad y sigamos siendo un ejemplo en nuestra querida Patria aunque no lo reconozcan sus dirigentes.

ATINA BOMBEROS

12 diciembre, 2006

Una modesta primera propuesta para discutir

Hace unos días, conversando con un amigo referente a los Bomberos chilenos y su futuro, por el cual él también está muy preocupado, me decía que en el fondo lo que se menciona en ATINA BOMBEROS en cuanto a la articulación del bomberismo, es casi utópico.

Yo le respondí que estaba de acuerdo en el casi, ya que es bien difícil, pero creo que no imposible. Claro que para lograrlo nosotros los bomberos, se requerirá de tiempo, paciencia, conocimientos, generosidad Y MUCHOS DESEOS DE HACERLO.

Pero por supuesto lo más importante será la masa crítica que se haya formado, ya que hasta donde sé, son muchos los que creen que la actual situación de los bomberos en Chile no podrá mantenerse igual en el mediano a largo plazo, hablemos de 20 años aproximadamente, pero no se plantea abiertamente porque es un tema casi tabú en muchos cuerpos.

Quizás la razón de que las autoridades bomberiles no estén preocupadas del tema está en la falta de tiempo para detenerse a pensar en el futuro cuando hay tantos problemas urgentes ahora, además de la comodidad de ver sólo el presente apostando a que todo seguirá igual a pesar que el entorno ha cambiado.

Es parte de la impronta bomberil de vivir el aquí y ahora y mañana ya veremos

Por eso a algunos les puede parecer extraño que haya otros como ATINA BOMBEROS y hartos más, que quieren o intentan prever lo que podría suceder con nuestro servicio y planificar algunos posibles escenarios.
En esta primera y modesta aproximación al tema, no volveremos a insistir en las señales de las autoridades de gobierno en cuanto a la escasa importancia que le dan a nuestras preocupaciones, ni en la cantidad de errores que cometen los bomberos que algunas veces hasta justifican lo poco que recibimos y lo tanto que nos controlan.

Tampoco daremos otros motivos de preocupación que conocemos los bomberos, que amenazan nuestra actividad por lo menos en la forma actual.

Pero si la problemática se mira en forma global, desde una perspectiva alejada del día a día, la situación es complicada y la solución mucho más.

Son hartos los frentes en que está fallando el sistema, insistiendo que no es el servicio activo, que es eficaz pero no eficiente.

SIEMPRE SE PIENSA QUE EL PROBLEMA ES EL ECONÓMICO, QUE SIN DUDAS ES UNO MUY IMPORTANTE, PERO PODRÍAMOS DECIR QUE A ESTAS ALTURAS ES UN EFECTO MÁS QUE LA ÚNICA CAUSA.

Frente uno

Cuando muchos años atrás el servicio bomberil era casi autónomo desde el punto de vista financiamiento, primaban los valores, intereses, símbolos y personas que hacían de mecenas de la actividad, fueran éstos personas naturales con buena situación y generosas, comerciantes importantes, colonias extranjeras o asociaciones, que entregaban su apoyo y su aporte a gente conocida y de renombre, para que administrara a su mejor criterio las instituciones.

Como la base era la confianza en estas personalidades, los controles eran escasos y los estatutos y reglamentos sólo los indispensables para una actividad valórica ejercida por caballeros.

Que quede claro que al escribir así no estamos aislando a los bomberos de una realidad que se da en todo el mundo y muy especialmente en Chile, cuya sociedad, valores y política han cambiado dramáticamente, con todos los pro y contra que eso significa y que podría llamarse modernidad.

SALVO EN LO VALÓRICO, LO IMPENSABLE ES INTENTAR PERMANECER IGUAL ANTE UNA REALIDAD DIFERENTE.

Con el paso de los años y en la medida que desaparecían los mecenas y se encarecía más el costo del servicio, el Estado se fue involucrando, pero como lo hemos dicho tanto, desde afuera, respetando a este servicio de seguridad pública que lo delegaba a estos caballerosos y educados civiles organizados, y entregándole a lo más un aporte como ayuda.

Pero el Estado, parece que privilegiando más el dividir para gobernar que la lógica y basado en el derecho constitucional de la libre asociación, eliminó los requisitos que se exigían para formar un cuerpo de bomberos, produciendo la proliferación de éstos, sin importarle la capacidad y calidad que tuvieran sus integrantes para asumir un servicio de emergencia sólo con la autonomía que le permite la personalidad jurídica.

Osea una vez más no le dio ninguna importancia a la labor bomberil.

Por supuesto que lo anterior, sin ser la única causa, motivó la necesidad de mejorar las “ayudas”, aún insuficientes y en los últimos tiempos a intensificar el control, vía SVS.

Muchos bomberos no se dieron cuenta que la realidad era diferente y siguieron administrando como si la plata fuera suya, recibiendo conforme trabajos a medias, o distintos a los contratados o cualquier otra cosa “a lo compadre” y la SVS objetando las rendiciones e impidiéndoles el cobro de otras subvenciones, a menos que ella por sí y ante sí las apruebe. Y por supuesto que si la situación huele a fraude exige las querellas correspondientes, lo que es lógico, ocasionándole mas gastos a los cuerpos, muchas veces dirigidos por personas decentes pero incompetentes.

Y EN LA MEDIDA QUE SIGUEN HABIENDO ROBOS AL ERARIO NACIONAL PERPETRADOS POR FUNCIONARIOS DE GOBIERNO, MAS CONTROLAN A LOS BOMBEROS.

Ahí trazamos una parte de este círculo vicioso: El Estado como no respeta a los Bomberos como una Institución de Servicio Público, “sin querer queriéndolo” se entromete en su gestión, la dificulta y desconoce su organización actual.

Probable solución: Que la Junta Nacional plantee derechamente a la Presidenta o al Ministerio del Interior que es indispensable que se nombre un interlocutor de buen nivel para comunicarse con seriedad con los bomberos. La Junta tiene representación suficiente para esto según sus estatutos aceptados por los Cuerpos.

Frente dos

Los cuerpos de bomberos defienden a ultranza su autonomía, muchos creyendo que ésta significa hacer todo lo que uno quiera sin darle cuentas a nadie.

Lo anterior significa hacer múltiples mini desarrollos de actividades tanto de servicio, como de capacitación y de administración, normalmente sin interactuar con otros cuerpos o la Junta para evitar el doble trabajo. Más bien se compite. Ni pensar en aunar esfuerzos que significarían economías, como por ejemplo compartir centrales de alarmas.

Ningún cuerpo es autónomo en lo económico, por lo que tiene que recurrir a proyectos FNDR o aportes municipales o campañas públicas para funcionar o para construir cuarteles o para las adquisiciones de material mayor o menor y elementos de seguridad, lo que consigue con diferente éxito dependiendo de las autoridades políticas.

En muchos se producen problemas en la administración financiera o de disciplina, donde a veces se privilegia el pensamiento de los dirigentes por sobre la normativa vigente.

Algunos, en general los más pequeños, participan con interés en las instancias bomberiles regionales, aceptando las ayudas y sugerencias disponibles, pero muchas veces no aprovechándolas ni cumpliendo las recomendaciones.

Si bien aceptan la representación y las facilidades de pertenecer a la Junta, no sienten o no pueden cumplir el compromiso de mantenerla informada de los hechos importantes y no responden a los requerimientos de información solicitada, aún sabiendo que se debe entregar a las autoridades de gobierno. No existe dependencia formal de la Junta ni función rectora de parte de ésta.

Salvo la constitución del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur, que es un ejemplo de visión pragmática y futurista, ya que unió dos cuerpos medianos en uno grande, la tendencia ha sido de crear nuevos cuerpos a partir de compañías que pertenecían a otro, normalmente ubicadas en otra comuna, con todas las desventajas ya mencionadas.

Éste es el escollo más grande: Convencer a los cuerpos que unidos será posible avanzar más rápido y mejor en su desarrollo.

Posible solución: Elaborar una reglamentación atractiva y clara para los cuerpos, que sin perder su conducción propia, se comprometan a funcionar de acuerdo a sus estatutos y los procedimientos que impone la legislación vigente, acogiéndose a una reglamentación básica y única que les dé derechos y obligaciones ante la Junta, el Consejo Regional y el Estado.

Para conseguir esto, la Junta debería contactar algunos cuerpos que puedan apoyar la idea que se plantee, sin olvidar que la Junta Nacional nació justamente ante una crisis y fue posible aunar criterios y actuar con generosidad. En ese sentido este paso es menor que el de 1970.

Frente tres

La Junta y los Consejos Regionales

Considerando lo expuesto más arriba, deberían delimitarse las acciones individuales que pueden ejercer los cuerpos para algunos casos, por ejemplo acceder a FNDR o fondos reservados del gobierno, sin coordinar previamente a la Junta o los consejos regionales, ya que en oportunidades por acción de un parlamentario con influencias en el ejecutivo, se obtienen dineros, muchas veces insuficientes, que complican o retrasan proyectos regionales y dan espacio para que las autoridades los rechacen porque ya hubo o hay otro presentado.

Además la Junta ha recordado muchas veces que para la adquisición de carros, el aporte llega a más o menos el 40% y el resto lo ponen todos los bomberos de Chile, ya que el fondo disponible es el mismo, por lo que si cada uno actúa por cuenta propia, tampoco se podrán planificar y financiar las compras a efectuar ni llamar a licitaciones convenientes.

Como casi todos los bomberos corren tras los políticos que ofrecen recursos sin importar sus montos, se pierden oportunidades de obtener otros mejores actuando organizadamente y con una cierta planificación y prioridad que podrían tener los consejos regionales, contando con las personas, bomberos y rentadas adecuadas.

La Junta debería requerir a los consejos regionales que actúen como mandos intermedios en esta organización, debiendo ser capaces de mantener información actualizada de las realidades y necesidades de los Cuerpos, proveer capacitación, responder con rapidez a cualquier solicitud que se le haga al respecto y de administrar los recursos necesarios.

Claro que para eso los consejos regionales deberán tener una REPRESENTACION seria de la Junta, es decir tener el poder suficiente para aprobar o rechazar con argumentos sólidos, solicitudes o proyectos, con amplio respaldo y respeto de la Junta.

Sería la forma de descentralizar y profesionalizar eficazmente: Que parte del centro administrativo y de poder que se mantiene en Santiago se traslade a regiones, pero que también se exijan resultados y se sancionen las faltas o abusos.

Y los cuerpos deberían estar conformes en someterse a las normas que se acuerden y dejar de lado el egoísmo actual de ver sólo lo que le conviene hoy, sin pensar en el mañana para todos, ya que muchas veces las autoridades de gobierno se burlan de ellos.

Los consejos regionales al contar con recursos y autoridad, podrían asesorar efectivamente a los cuerpos que no tengan los conocimientos o las facilidades para hacer las cosas bien, y la nueva impronta en ese sentido debería ser que aún con pocos recursos somos capaces de hacer las cosas bien, ayudándonos más que compitiendo entre nosotros.

Con un pequeño pero difícil primer paso como el mencionado, podría empezar a formarse la masa crítica que se necesita, donde los cuerpos se interesaran en unirse para mejorar todos juntos.

Y por supuesto que los que no lo deseen o prefieran quedarse sólo con lo que les ofrece actualmente la SVS, lo pueden hacer ya que están en su derecho, pero lo importante es que los beneficios que se perciban sean tanto más atrayentes que lo actual y lo que se visualiza, que valga la pena incorporarse.

Nada de lo que hemos tenido o hecho hasta hoy será permanente en el futuro.

ATINA BOMBEROS

07 diciembre, 2006

¿Bomberos fantasmas?

Estoy intentando escribir una modesta sugerencia para articular, si es que interesa, el bomberismo de Chile y así poder avanzar hacia un futuro menos incierto que el que por lo menos unos cuantos bomberos antiguos, tememos para nuestra actividad.

Pero no puedo entrar derechamente a ese complicado tema debido a la preocupación constante que tengo en cuanto a la actitud de muchas e importantes autoridades hacia los bomberos.

Ejemplo a la vista: El Martes 5 me tocó acompañar al Presidente Regional que iba en representación de la Junta Nacional a la ceremonia de entrega a CONAF de tres aviones Dromader que hizo la señora Presidenta de la República.

Fue una agradable ceremonia, a la que asistieron algunos parlamentarios y embajadores, el Intendente, gobernadores y representantes de las Fuerzas Armadas y de Orden.

Creo que es un gran logro que CONAF pueda disponer de estos aviones nuevos, a los que se sumarán dentro de poco otro avión y un helicóptero para aumentar la capacidad de respuesta en los incendios forestales, que han destruido en los últimos diez años un promedio de más de 53.000 hectáreas por año dentro de nuestro territorio.

Sin dudas el trabajo que está haciendo el gobierno a través de CONAF se ha hecho notar y por lo que se puede ver en sus publicaciones, se ha avanzado bastante en la prevención y en la enseñanza en las escuelas, para un futuro comportamiento más responsable ante la naturaleza y su protección.

Todos sabemos que en Chile, CONAF es la encargada de velar por todo el sector forestal del país, para lo cual aparentemente está empezando a contar con medios mas adecuados, ya que han sido muy preocupantes en el pasado las publicaciones que se hacían sobre que no habían recursos para contratar personal o aviones en la temporada, dejando a los bomberos solos en esa labor por un tiempo demasiado largo.

También se conoce que el DS 733 de 1982, junto con entregar la responsabilidad citada en el párrafo anterior, en grandes emergencias calificadas permite a las autoridades políticas regionales llamar a apoyar el combate del fuego a otras instituciones, a las que sólo deberá reembolsarles los gastos incurridos.

Y TAMBIÉN LOS BOMBEROS SABEN LO DIFÍCIL QUE RESULTA OBTENER ESE REEMBOLSO O PARTE DE ÉL.

Pero todo eso es conocido. Lo desconocido por lo menos para mí y otros bomberos que estuvieron presentes, es la total ignorancia de la Presidenta de la República, del Ministro de Agricultura y de CONAF, del trabajo que hacen los bomberos en los incendios forestales.

Ninguna de las autoridades mencionó siquiera a los Bomberos como “otros que algo aportaban” al combate de los incendios forestales.

Sí se dijo que los aviones ayudarían a los cerca de 2.000 funcionarios de CONAF que apoyados por 1.200 conscriptos de las FFAA, combatían los incendios forestales y de paso protegerían en parte sus vidas.

Entonces yo me pregunto : ¿Es falta de información o una decisión de las autoridades ignorar a los bomberos?

¿Es posible que ni la presidenta de la república y su ministro de agricultura sepan que en los incendios forestales son más bomberos que brigadistas de CONAF los que trabajan?

¿Tampoco sabrán que cuando los brigadistas cumplen su jornada de trabajo se retiran y dejan solos a los Bomberos, estando el incendio en el estado que esté?

En la ceremonia aludida sólo hubo una mención a la palabra bomberos y fue cuando la anunciadora oficial dijo que bendeciría a los aviones un Capellán de bomberos. Ojalá no la hayan sancionados por ello.

Es increíble la actitud de las autoridades y las de CONAF.

Los bomberos siempre hemos trabajado en forma coordinada con CONAF a niveles regionales porque ambas instituciones saben lo que dependen una de la otra a pesar que la responsabilidad la ley se la entrega sólo a una.

Entonces, ¿Qué se pretende al ignorar a los bomberos, ni siquiera mencionando que trabajan juntos en todos los incendios forestales?

Claro, los bomberos no somos “funcionarios públicos”, ¿pero no se podría ser más justo al mencionarlos siquiera?, No digo agradecerles porque para apagar incendios estamos, pero no ignorarlos.

El ignorarlos es mentir ante una realidad que todo Chile conoce.

A los asistentes a la ceremonia nos dieron una bien lograda revista, un especial de CHILE Forestal, donde aparecen interesantes artículos sobre las actividades realizadas por CONAF, lo que es muy encomiable y sin dudas avanza hacia un futuro mejor en esta materia.

Pero nuevamente se mencionan mucho a los que combaten incendios forestales, a las empresas forestales y a los convenios que se han hecho, pero ninguna alusión a los bomberos aparte de un párrafo que dice: “Por su parte, los voluntarios de numerosos Cuerpos de Bomberos combaten en sus comunas fuegos en la interfaz urbano rural, cuando existen combustibles forestales en el entorno de ciudades y pueblos. Varios de ellos reciben asistencia de CONAF en capacitación y herramientas.” (pag.7).

Se menciona que “Desde 1972 y hasta la fecha, han muerto 17 combatientes de CONAF y siete pilotos de aeronaves contratadas por la corporación. Otros 16 combatientes y pilotos de empresas forestales han perdido sus vidas.” (pag 4)

QUE RICO QUE NUNCA UN BOMBERO VOLUNTARIO HAYA MUERTO EN UN INCENDIO FORESTAL.

Los que yo sé que se han muerto o herido gravemente deben haber sido bomberos turistas que de puro aburridos se fueron a meter en los incendios forestales.

Esta situación es injusta y no puedo creer que las autoridades políticas de primer nivel de este país ignoren una realidad que aparece en la televisión y en los diarios todos los días, sobre todo en verano.

Ocultarlo oficialmente parece más una decisión que una ignorancia increíble.

Los bomberos estamos para apagar incendios, los que sean, pero claramente según el Manual ABC, son los estructurales.

Los incendios inter-faz, que son los más numerosos, en su gran mayoría son atacados sólo por los bomberos y como lo hemos detallado en otros artículos de ATINA BOMBEROS, en varias ocasiones se recibe apoyo de las brigadas de CONAF cuando están disponibles.

Pero estoy seguro que a más del 99,9 % de los incendios forestales de magnitud concurren bomberos. En la revista mencionada se habla por ejemplo del de Torres del Paine. Según la misma bomberos, que llegaron hasta de Punta Arenas no participaron.

Me huele mal lo que está sucediendo ya que son demasiados los frentes donde las autoridades de gobierno ignoran o pasan a llevar a los bomberos y su organización.

Lamentablemente las relaciones públicas que hace la Junta Nacional no muestran por lo menos hacia el exterior de ella ningún logro, por lo que es de presumir o que no es eficiente o se ha topado contra un muro que le impide cualquier mejora.

Pero presiento que no es casualidad que converjan tantas coincidencias: “Necesitamos bomberos un poco más profesionales”; La actitud de la SVS: Se otorgan los fondos si yo estoy de acuerdo, no importa lo que digan las autoridades bomberiles. Todos los accidentes de bomberos son falsos mientras la SVS no diga lo contrario. Demoras en la devolución de gastos. Compromisos que no se cumplen; Surgimiento indiscriminado de nuevos cuerpos y para qué seguir.

No sé cuales serán la razón o las razones, pero parece que algo se prepara, ojalá sea bien estudiado para bien de todos los chilenos...
Lo mejor de la ceremonia: El regalo de una Palma Chilena (Kan Kan), que plantaré y cuidaré con mucho cariño, esperando tenga tanta vida futura como los bomberos voluntarios de Chile.

ATINA BOMBEROS