Los nuevos tiempos en la Junta Nacional
La gestión de don Octavio Hinzpeter, fundador de la Junta y gran impulsor de ella y al que nadie puede desconocerle el mérito de haberla llevado a la situación actual tras 35 años presidiéndola, merece todo tipo de elogios y agradecimientos.
No obstante todo lo bueno, ineludiblemente al ser reelegido tantas veces por tantos años, el ejercicio de la gestión se va personalizando transformándose en una dirección basada en el conocimiento y la experiencia, esta última como todos sabemos, imposible de traspasar a otro, dejando espacios que una nueva persona demora en cubrir para ejercer un mandato eficiente.
Ésa ha sido mi preocupación desde hace mucho tiempo, lamentablemente no compartida por otros miembros del Directorio y la hemos consignado también en ATINA BOMBEROS, la última vez tres artículos atrás y que es la ausencia de reglamentos, políticas y procedimientos para que otra persona pueda gerenciar la Junta.
Pero la Asamblea Nacional estimó que estaban dadas las condiciones y habló.
Por esa singular característica, la labor del Directorio 2006 – 2008, según yo, si quiere apoyar eficientemente a don Miguel Reyes para que como nuevo presidente pueda realizar su gestión., en forma inevitable va a tener que normar con celeridad y con un amplio y generoso apoyo del actual presidente.
¿Por qué la afirmación?
Simplemente porque desde mi modesto punto de vista, es la única forma de despersonalizar la administración - si es que el nuevo presidente lo quiere hacer - ya que el directorio es el mismo (salvo un nuevo vice) y el Presidente Honorario tiene derecho a voz y voto, por lo que de no hacerse una innovación de este tipo, todo seguiría igual, administrándose por excepción al igual que ahora y en el fondo entregándole todas las decisiones al Presidente Honorario, que tiene la experiencia al conocer las historias, virtudes y defectos de cuerpos y bomberos.
Que lo ha hecho bien no hay duda y se agradece, pero ahora lo importante es que otra persona también pueda hacerlo bien.
Por supuesto una gran diferencia es que el Representante Legal y por ende el responsable ante los bomberos y la sociedad será otra persona.
Aunque suene a demasiado reiterativo, creo que es muy difícil administrar con ecuanimidad si no existen políticas o normas claramente definidas y que se cumplan a cabalidad, ya que si no están, no se puede hablar de tener derechos sino de esperar favores, lo que no me parece justo ya que en el fondo todos los cuerpos son codueños de los recursos y la Junta debe sólo administrarlos bien.
Creo que así planteadas las cosas, el Directorio Nacional tendrá un rol preponderante, para apoyar eficazmente la decisión que tuvo la Asamblea Nacional al elegir a don Miguel Reyes en el cargo de presidente.
Por si algún lector no lo tiene claro, la Asamblea Nacional, que elige a los oficiales nacionales está conformada por los presidentes y primeros vicepresidentes regionales, siendo los presidentes regionales a su vez Directores Nacionales.
Hay algo que para mí está claro: Los miembros de la asamblea tienen que haber analizado el cambio que se produciría al reemplazar al actual presidente acatando su voluntad, ya que él se ha dedicado todos los días a administrar la Junta, lo que no sería igual con otra persona, por lo que obviamente habrá que modificar la estructura ejecutiva.
Y para eso, es imprescindible definir normas y políticas claras, escritas y hacerlas cumplir.
Personalmente desconozco (porque tampoco me corresponde) la existencia del proyecto de gestión que don Miguel Reyes presentó a sus simpatizantes en la Asamblea que al final lo eligió. Sería interesante poder conocer lo que están pensando los representantes de los 35.000 bomberos, pero ya se sabrá a su tiempo, ya que no es posible imaginar que el nombre del Sr. Reyes haya surgido sólo como consecuencia de la decisión de no continuar del actual presidente.
Esa diferente visión tendrá que ser apoyada en forma real por el Directorio para que pueda recibir las herramientas que necesite.
Muchas veces sucede en organizaciones y en bomberos por supuesto, que los electores se deciden por una persona, la felicitan, le desean éxito y después se sientan a esperar que haga milagros, dejándola totalmente sola. Supongo y espero que en esta ocasión no sucederá lo mismo ya que en el directorio nacional hay muchas personas con conocimientos y que tienen alta representación de sus cuerpos, por lo que están muy concientes del constante y amplio apoyo que deben brindar al recién electo.
Para ATINA BOMBEROS, es un desafío enorme el que tiene el nuevo presidente, sobre todo que las primeras decisiones marcarán el rumbo que tomará: Se anuncian y promueven cambios que permitan descentralizar y despersonalizar la gestión de la Junta Nacional o todo sigue absolutamente igual.
“Hay que hacer los cambios necesarios para que todo siga igual” (de la novela GATOPARDO)