12 diciembre, 2006

Una modesta primera propuesta para discutir

Hace unos días, conversando con un amigo referente a los Bomberos chilenos y su futuro, por el cual él también está muy preocupado, me decía que en el fondo lo que se menciona en ATINA BOMBEROS en cuanto a la articulación del bomberismo, es casi utópico.

Yo le respondí que estaba de acuerdo en el casi, ya que es bien difícil, pero creo que no imposible. Claro que para lograrlo nosotros los bomberos, se requerirá de tiempo, paciencia, conocimientos, generosidad Y MUCHOS DESEOS DE HACERLO.

Pero por supuesto lo más importante será la masa crítica que se haya formado, ya que hasta donde sé, son muchos los que creen que la actual situación de los bomberos en Chile no podrá mantenerse igual en el mediano a largo plazo, hablemos de 20 años aproximadamente, pero no se plantea abiertamente porque es un tema casi tabú en muchos cuerpos.

Quizás la razón de que las autoridades bomberiles no estén preocupadas del tema está en la falta de tiempo para detenerse a pensar en el futuro cuando hay tantos problemas urgentes ahora, además de la comodidad de ver sólo el presente apostando a que todo seguirá igual a pesar que el entorno ha cambiado.

Es parte de la impronta bomberil de vivir el aquí y ahora y mañana ya veremos

Por eso a algunos les puede parecer extraño que haya otros como ATINA BOMBEROS y hartos más, que quieren o intentan prever lo que podría suceder con nuestro servicio y planificar algunos posibles escenarios.
En esta primera y modesta aproximación al tema, no volveremos a insistir en las señales de las autoridades de gobierno en cuanto a la escasa importancia que le dan a nuestras preocupaciones, ni en la cantidad de errores que cometen los bomberos que algunas veces hasta justifican lo poco que recibimos y lo tanto que nos controlan.

Tampoco daremos otros motivos de preocupación que conocemos los bomberos, que amenazan nuestra actividad por lo menos en la forma actual.

Pero si la problemática se mira en forma global, desde una perspectiva alejada del día a día, la situación es complicada y la solución mucho más.

Son hartos los frentes en que está fallando el sistema, insistiendo que no es el servicio activo, que es eficaz pero no eficiente.

SIEMPRE SE PIENSA QUE EL PROBLEMA ES EL ECONÓMICO, QUE SIN DUDAS ES UNO MUY IMPORTANTE, PERO PODRÍAMOS DECIR QUE A ESTAS ALTURAS ES UN EFECTO MÁS QUE LA ÚNICA CAUSA.

Frente uno

Cuando muchos años atrás el servicio bomberil era casi autónomo desde el punto de vista financiamiento, primaban los valores, intereses, símbolos y personas que hacían de mecenas de la actividad, fueran éstos personas naturales con buena situación y generosas, comerciantes importantes, colonias extranjeras o asociaciones, que entregaban su apoyo y su aporte a gente conocida y de renombre, para que administrara a su mejor criterio las instituciones.

Como la base era la confianza en estas personalidades, los controles eran escasos y los estatutos y reglamentos sólo los indispensables para una actividad valórica ejercida por caballeros.

Que quede claro que al escribir así no estamos aislando a los bomberos de una realidad que se da en todo el mundo y muy especialmente en Chile, cuya sociedad, valores y política han cambiado dramáticamente, con todos los pro y contra que eso significa y que podría llamarse modernidad.

SALVO EN LO VALÓRICO, LO IMPENSABLE ES INTENTAR PERMANECER IGUAL ANTE UNA REALIDAD DIFERENTE.

Con el paso de los años y en la medida que desaparecían los mecenas y se encarecía más el costo del servicio, el Estado se fue involucrando, pero como lo hemos dicho tanto, desde afuera, respetando a este servicio de seguridad pública que lo delegaba a estos caballerosos y educados civiles organizados, y entregándole a lo más un aporte como ayuda.

Pero el Estado, parece que privilegiando más el dividir para gobernar que la lógica y basado en el derecho constitucional de la libre asociación, eliminó los requisitos que se exigían para formar un cuerpo de bomberos, produciendo la proliferación de éstos, sin importarle la capacidad y calidad que tuvieran sus integrantes para asumir un servicio de emergencia sólo con la autonomía que le permite la personalidad jurídica.

Osea una vez más no le dio ninguna importancia a la labor bomberil.

Por supuesto que lo anterior, sin ser la única causa, motivó la necesidad de mejorar las “ayudas”, aún insuficientes y en los últimos tiempos a intensificar el control, vía SVS.

Muchos bomberos no se dieron cuenta que la realidad era diferente y siguieron administrando como si la plata fuera suya, recibiendo conforme trabajos a medias, o distintos a los contratados o cualquier otra cosa “a lo compadre” y la SVS objetando las rendiciones e impidiéndoles el cobro de otras subvenciones, a menos que ella por sí y ante sí las apruebe. Y por supuesto que si la situación huele a fraude exige las querellas correspondientes, lo que es lógico, ocasionándole mas gastos a los cuerpos, muchas veces dirigidos por personas decentes pero incompetentes.

Y EN LA MEDIDA QUE SIGUEN HABIENDO ROBOS AL ERARIO NACIONAL PERPETRADOS POR FUNCIONARIOS DE GOBIERNO, MAS CONTROLAN A LOS BOMBEROS.

Ahí trazamos una parte de este círculo vicioso: El Estado como no respeta a los Bomberos como una Institución de Servicio Público, “sin querer queriéndolo” se entromete en su gestión, la dificulta y desconoce su organización actual.

Probable solución: Que la Junta Nacional plantee derechamente a la Presidenta o al Ministerio del Interior que es indispensable que se nombre un interlocutor de buen nivel para comunicarse con seriedad con los bomberos. La Junta tiene representación suficiente para esto según sus estatutos aceptados por los Cuerpos.

Frente dos

Los cuerpos de bomberos defienden a ultranza su autonomía, muchos creyendo que ésta significa hacer todo lo que uno quiera sin darle cuentas a nadie.

Lo anterior significa hacer múltiples mini desarrollos de actividades tanto de servicio, como de capacitación y de administración, normalmente sin interactuar con otros cuerpos o la Junta para evitar el doble trabajo. Más bien se compite. Ni pensar en aunar esfuerzos que significarían economías, como por ejemplo compartir centrales de alarmas.

Ningún cuerpo es autónomo en lo económico, por lo que tiene que recurrir a proyectos FNDR o aportes municipales o campañas públicas para funcionar o para construir cuarteles o para las adquisiciones de material mayor o menor y elementos de seguridad, lo que consigue con diferente éxito dependiendo de las autoridades políticas.

En muchos se producen problemas en la administración financiera o de disciplina, donde a veces se privilegia el pensamiento de los dirigentes por sobre la normativa vigente.

Algunos, en general los más pequeños, participan con interés en las instancias bomberiles regionales, aceptando las ayudas y sugerencias disponibles, pero muchas veces no aprovechándolas ni cumpliendo las recomendaciones.

Si bien aceptan la representación y las facilidades de pertenecer a la Junta, no sienten o no pueden cumplir el compromiso de mantenerla informada de los hechos importantes y no responden a los requerimientos de información solicitada, aún sabiendo que se debe entregar a las autoridades de gobierno. No existe dependencia formal de la Junta ni función rectora de parte de ésta.

Salvo la constitución del Cuerpo de Bomberos Metropolitano Sur, que es un ejemplo de visión pragmática y futurista, ya que unió dos cuerpos medianos en uno grande, la tendencia ha sido de crear nuevos cuerpos a partir de compañías que pertenecían a otro, normalmente ubicadas en otra comuna, con todas las desventajas ya mencionadas.

Éste es el escollo más grande: Convencer a los cuerpos que unidos será posible avanzar más rápido y mejor en su desarrollo.

Posible solución: Elaborar una reglamentación atractiva y clara para los cuerpos, que sin perder su conducción propia, se comprometan a funcionar de acuerdo a sus estatutos y los procedimientos que impone la legislación vigente, acogiéndose a una reglamentación básica y única que les dé derechos y obligaciones ante la Junta, el Consejo Regional y el Estado.

Para conseguir esto, la Junta debería contactar algunos cuerpos que puedan apoyar la idea que se plantee, sin olvidar que la Junta Nacional nació justamente ante una crisis y fue posible aunar criterios y actuar con generosidad. En ese sentido este paso es menor que el de 1970.

Frente tres

La Junta y los Consejos Regionales

Considerando lo expuesto más arriba, deberían delimitarse las acciones individuales que pueden ejercer los cuerpos para algunos casos, por ejemplo acceder a FNDR o fondos reservados del gobierno, sin coordinar previamente a la Junta o los consejos regionales, ya que en oportunidades por acción de un parlamentario con influencias en el ejecutivo, se obtienen dineros, muchas veces insuficientes, que complican o retrasan proyectos regionales y dan espacio para que las autoridades los rechacen porque ya hubo o hay otro presentado.

Además la Junta ha recordado muchas veces que para la adquisición de carros, el aporte llega a más o menos el 40% y el resto lo ponen todos los bomberos de Chile, ya que el fondo disponible es el mismo, por lo que si cada uno actúa por cuenta propia, tampoco se podrán planificar y financiar las compras a efectuar ni llamar a licitaciones convenientes.

Como casi todos los bomberos corren tras los políticos que ofrecen recursos sin importar sus montos, se pierden oportunidades de obtener otros mejores actuando organizadamente y con una cierta planificación y prioridad que podrían tener los consejos regionales, contando con las personas, bomberos y rentadas adecuadas.

La Junta debería requerir a los consejos regionales que actúen como mandos intermedios en esta organización, debiendo ser capaces de mantener información actualizada de las realidades y necesidades de los Cuerpos, proveer capacitación, responder con rapidez a cualquier solicitud que se le haga al respecto y de administrar los recursos necesarios.

Claro que para eso los consejos regionales deberán tener una REPRESENTACION seria de la Junta, es decir tener el poder suficiente para aprobar o rechazar con argumentos sólidos, solicitudes o proyectos, con amplio respaldo y respeto de la Junta.

Sería la forma de descentralizar y profesionalizar eficazmente: Que parte del centro administrativo y de poder que se mantiene en Santiago se traslade a regiones, pero que también se exijan resultados y se sancionen las faltas o abusos.

Y los cuerpos deberían estar conformes en someterse a las normas que se acuerden y dejar de lado el egoísmo actual de ver sólo lo que le conviene hoy, sin pensar en el mañana para todos, ya que muchas veces las autoridades de gobierno se burlan de ellos.

Los consejos regionales al contar con recursos y autoridad, podrían asesorar efectivamente a los cuerpos que no tengan los conocimientos o las facilidades para hacer las cosas bien, y la nueva impronta en ese sentido debería ser que aún con pocos recursos somos capaces de hacer las cosas bien, ayudándonos más que compitiendo entre nosotros.

Con un pequeño pero difícil primer paso como el mencionado, podría empezar a formarse la masa crítica que se necesita, donde los cuerpos se interesaran en unirse para mejorar todos juntos.

Y por supuesto que los que no lo deseen o prefieran quedarse sólo con lo que les ofrece actualmente la SVS, lo pueden hacer ya que están en su derecho, pero lo importante es que los beneficios que se perciban sean tanto más atrayentes que lo actual y lo que se visualiza, que valga la pena incorporarse.

Nada de lo que hemos tenido o hecho hasta hoy será permanente en el futuro.

ATINA BOMBEROS

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

" ... para discutir ... "
" ... egoismo actual ... "
" ... hacer las cosas bien ... "
" ... nueva impronta ... "
" ... masa critica ... "
" ... unirse para mejorar ... "
" ... actual situación de los bomberos en Chile no podrá mantenerse ... "
" ... administrar a su mejor criterio ... "
" ... actividad valorica ejercida por caballeros ... "

Todas estas citas pertenecen al articulo y las he citados por que ellas encierran un concepto muy importante, y podrían ser la base para el desarrollo, a partir de ellas, de un juicio de valor.

13/12/06 18:51  
Anonymous Anónimo said...

Estimado Domingo:
Como siempre tus comentarios son excelentes. Ojalá hubiese una instancia , como ser un seminario u otra forma donde se puedan discutir con alturas de mira todos estas sugerencias, ya que efectivamente, al paso que vamos, no vamos a llegar a ninguna parte, y a lo mejor antes de 20 años ,los bomberos no seamos más bomberos.

13/12/06 19:24  
Anonymous Anónimo said...

Domingo:Pienso en forma más radical
al tener una sóla representación hante el gobierno de turno,no pueden existir Cuerpos que quieran salirse de la Junta,ésta tiene que tener un tribunal o comite que analiza las divergencias y resolver
con orden y disciplina.No me imagino el Comandante de un buque,pretender salirse de la Armada porque no se le dió en el gusto.La institución es una sola
Bomberos de Chile.

18/12/06 00:00  

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