29 diciembre, 2005

La peligrosa proliferación de Cuerpos de Bomberos


Si hay algo que anda muy mal en el bomberismo chileno, es la facilidad con que se otorga personalidad jurídica a los que desean formar un “Cuerpo de Bomberos”.

Si bien el diccionario de la Real Academia da un sinnúmero de definiciones para la palabra cuerpo, algunas de las cuales sirven para mi teoría, sigo quedándome con la sensación que cuando se habla de cuerpo, se piensa en algo que contiene varios componentes unidos en torno a una función común, o que conforman un todo.

Poniéndolo claro y simple, me cuesta aceptar que pueda llamarse Cuerpo de Bomberos a una Compañía o Brigada que se organiza en alguna parte, en el mejor de los casos, por personas bien intencionadas, que desean servir a la comunidad apagando incendios y actuando en otras emergencias.

Por llamarse Cuerpo de Bomberos, pasan a ser autónomos, recibir subvención del estado y actuar independientemente, sin necesidad de demostrarle a nadie que están capacitados y equipados para la función que asumen.

Y las autoridades, sobre todo el Alcalde y la comunidad asumen que quedaron muy protegidos y que con esta “adquisición” se refuerza la imagen Comuna y no se está creando ninguna fuente de problemas.

Es verdad que no se ven tantos problemas como podría creerse, quizás por esa virtud de los Bomberos de no armar problemas en las emergencias, sino antes o después.

Pero el tema no es necesariamente ése, sino la cantidad de Bomberos y baja calidad de recursos y servicios que en general exhiben esos cuerpos de una Compañía, que aparte de que deberían estar obligados (y no lo están) a tener un mínimo de voluntarios para las emergencias, tienen que encontrar varios para ser oficiales generales y otros para la compañía, quedándoles “muchos caciques y pocos indios”

Por suerte, en general también esos cuerpos atienden muy pocas emergencias en el año y generalmente los apoyan otros cuerpos cercanos.

Lo que planteo no debe ser agradable para varios, pero creo que son importantes inquietudes que vale la pena compartir y discutir.

Por los diferentes motivos que planteé en un artículo anterior, han surgido montones de cuerpos en los últimos tiempos, sin que nadie con una visión bomberil global y de peso específico se oponga.

En realidad, la Junta Nacional emite un informe al Ministerio de Justicia, favorable o desfavorable a la creación de un nuevo cuerpo, ya que la Junta no tiene una política definida al respecto, y el ministerio decide si le otorga la personalidad jurídica o no. Ahora si el otorgamiento se produce en contra de lo sugerido por la Junta, ésta no reclama como debiera.

Se aduce la libertad de asociación establecida en la Constitución de la República para otorgar la personalidad jurídica, pero por lo menos conozco el caso en que se intentó crear un cuerpo en Cerrillos (RM) y no se otorgó, a pesar de lo establecido en la carta fundamental. En todo caso gracias a Dios fue así ya que habría sido una locura.

Pero el ejemplo sirve para destacar que se puede negar y se ha negado la personalidad jurídica, si se quiere.

Según mis cálculos deben haber aproximadamente 80 cuerpos que tienen sólo una compañía. Es decir un 27% del total de Cuerpos de Chile.

Es cierto que muchos están ubicados en comunas o zonas alejadas de la Dirección General o Cuartel General, según se le llame a la ubicación física del Mando del Cuerpo.

También es cierto que en muchas ocasiones la falta de equidad de los Cuerpos en la entrega de recursos a las Compañías ubicadas en los sectores mas alejados es evidente, pero la solución no es formar un nuevo cuerpo sino ayudar a mejorar al que tiene problemas de administración.

Si ya hemos hablado de la falta de calidad o cualidad de muchos Bomberos para ejercer cargos, sobre todo los de administración y finanzas por la cantidad de controles que cada vez son mayores por parte de la SVS, salta a la vista la dificultad de hacer las cosas bien si hablamos de cuerpos ubicados en pequeñas comunidades aisladas.

Cuando los cuerpos no pueden entregar bien y oportunamente sus rendiciones caen en suspensiones transitorias de sus subvenciones, con lo que se le empiezan a acumular las deudas. Cuando llega el agua al cuello recurren a la Junta, la que puede apoyarlos o no con un préstamo o un aporte extraordinario. Si les va mal se contactan directamente con la SVS que también si lo decide, le libera los dineros a pesar de la falta de rendición de gastos.

La autonomía de los Cuerpos implica manejar su disciplina interna y normalmente no tienen opciones de apelación en sus estatutos, por lo que no hay una segunda instancia y la Junta tampoco la puede ejercer, por lo que el que se siente perjudicado recurre a un recurso de protección

Tengo claro que es una problemática de difícil solución, pero en vez de abordarla de un modo racional, se evita, se soslaya, esperando que alguien la solucione. ¿Pero quién y cuándo?

Con este “dejar hacer” en una actividad tan importante como el bomberismo, día a día se va hipotecando la autonomía de los cuerpos, ya que a mayor proliferación de éstos y de problemas aumentan las posibilidades de recursos de protección por falta a los estatutos o disciplina, o denuncias por manejos financieros y falta de control interno.

No faltará la “desinteresada” participación de alguna autoridad política, que ayudará a que los bomberos solucionen “sus” problemas y eso ¿no es perder autonomía también?

Aquí es donde me complico, ¿qué están haciendo los Bomberos para solucionar sus problemas y defender su tan preciada autonomía?

Creo que se han ido dando en los últimos años, preocupantes ejemplos de situaciones donde queda demostrada la falta de una disciplina o ética mínima, general y pareja que se exija a todos los Cuerpos y Consejos Regionales. Una vez que se acuerde y aplique, hay que plantear las dificultades claramente al Gobierno.

Hay algunos casos que son aberrantes: El Director de una compañía se pelea con el Superintendente y traspasa la Compañía a otro Cuerpo. Una Compañía se declara en rebeldía contra su Cuerpo y se transforma en otro Cuerpo. Un Superintendente determina que un barrio de otra ciudad está mal atendido por el Cuerpo que le corresponde, e instala una compañía de su propio cuerpo.

Y no se hizo nada eficaz por impedir estas irregularidades que hieren profundamente el espíritu del bomberismo chileno.

Como me dijo una autoridad de gobierno respecto a uno de esos casos: ESTE ES UN PROBLEMA DE USTEDES, LOS BOMBEROS. Y tiene toda la razón. Si no somos capaces de solucionar nuestras situaciones, con qué cara le exigiremos a las autoridades que nos respeten.

Creo que vamos por el camino errado, si intentar negociar caso a caso fuera un camino.

No hay unidad en el bomberismo chileno: La autonomía permite mucha libertad en una actividad que debe ser esencialmente disciplinada y ética, tanto en lo operativo como en lo administrativo.

En lo administrativo la dirección nacional no puede dar órdenes sino recomendaciones.
Si bien la plata es de los Cuerpos de Bomberos, hay obligaciones que cumplir corporativamente con las autoridades. Si la Junta exigiera el cumplimiento e intentara sancionar, los Cuerpos pueden ir directamente a la SVS.

En lo operativo, la Junta no tiene nada que decir ni puede hacerlo, por lo que nadie garantiza un estándar de calidad en el servicio a lo largo de Chile.

Tampoco una autoridad bomberil nacional puede tomar un compromiso real con autoridades de gobierno, porque los cuerpos si quieren lo aceptan. Por eso las ceremonias en que se firman convenios o actividades en conjunto son actividades más vistosas que efectivas, ya que deberán ser ratificadas por los propios Cuerpos.

Sólo la Ley obliga a los Cuerpos y eso es prerrogativa solamente del Estado.

Una patria chica dentro de una Patria grande” dijo el presidente Lagos, en una brillante descripción del bomberismo chileno, pero ¿tendría claro que en el fondo hay 301 patrias chicas, por los 300 Cuerpos y la Junta?

El tema es complejo y muy preocupante y debería tener alta prioridad. ¿La razón? La repito, aprovechando la autonomía de los Cuerpos, la Superintendencia de Valores y Seguros está influenciándolos contra la Junta Nacional, con qué propósito lo ignoro, pero igual se percibe grave.

Y la Junta no reacciona. ¿Esperará despertar un día con sólo la mitad de los Cuerpos adheridos a ella?

Y así cada día la SVS avanza más y la Junta permanece paralizada. ¿Qué se espera para enfrentar esta situación?

Mientras no se decida empezar a trabajar en un proyecto que tienda a normar la situación de los bomberos chilenos en no sé cuantos años más, creo que por una vez el Directorio Nacional debe exigirle a las autoridades que definan cuál es su posición respecto a los bomberos, cuál es el rol de la SVS y hasta cuando seguirán autorizando la formación de nuevos cuerpos, atomizando al bomberismo y dejando a muchos pequeños expuestos a malos manejos por desconocimiento o incapacidad.

Pienso que como se visualiza el futuro, cada vez habrá mas dificultades con los Cuerpos de una sola Compañía por problemas de recursos humanos y técnicos, que a la larga debilitan el sistema en general. El ideal sería que se agruparan a nivel provincial por ejemplo, adquiriendo una estructura central que les entregara apoyo administrativo y en la presentación de proyectos a las autoridades por ejemplo.

También tendrían mas peso ante los gobiernos locales.

Pienso que para llamarse Cuerpos de Bomberos deberían tener a lo menos dos compañías justificadas y funcionando bien.

Por el contrario, si se forman para que el Alcalde se dé un gusto, o para que un grupo de personas o ex bomberos funden su propia organización, que se llamen Estación, Grupo o lo que estimen más pertinente y que dependan directamente de la municipalidad, con personalidad de agrupación comunal, como se han dado, dejando la responsabilidad por la emergencias a los Bomberos que atienden esa Comuna y no interfiriendo en su trabajo.

Además, aunque no es un tema que se reconozca como problema aún, la votación ponderada de los Cuerpos tendrá que discutirse para cualquier intento de mejorar la gestión de los Bomberos a nivel nacional.

Mientras más cuerpos existan, más serán los problemas y más complicado evitarlos y resolverlos y se deberán gastar más de los escasos recursos económicos para organizar una infraestructura de control, mayor a la actual y así y todo, de no mediar una acción decidida de la Junta Nacional, se podrá recurrir directamente a la SVS...

¿Hacia donde vamos o hacia donde nos llevan?

21 diciembre, 2005

Saludo de Navidad y Año Nuevo 2006






Desde esta página deseo hacer llegar mi afectuoso saludo a los 35.000 Bomberos y Bomberas chilenos, que a lo largo y ancho de nuestro querido país, están disponibles para servir a la ciudadanía en cuanto sean requeridos.

Les deseo mucha paz y alegría en Navidad junto a sus familiares y seres queridos.

Entre los seres queridos se cuentan obviamente los compañeros de Bomba, esos amigos sinceros y para toda la vida que se forjan en la diaria convivencia en el Cuartel, en el Acto de Servicio, en la Guardia Nocturna y en vivir juntos tantos momentos de alegría, de temor y de dolor.

Aprovechemos de vivir estas emotivas fechas con una visión positiva, renovando nuestro compromiso de servir, buscando la mayor unión entre nosotros y agradeciendo a Dios esta oportunidad de servicio que nos regaló.

Deseo también que el próximo año 2006 sea muy venturoso para todos, en lo personal y familiar, salud y éxito en el trabajo o estudios y en lo bomberil.

Para nuestra actividad los tiempos que se vienen seguramente no serán muy diferentes a lo que hemos vivido: Subsistirán los problemas económicos, los problemas con las autoridades, las multas, las rifas, el pedir limosna para nuestra causa, etc.

También tendremos que seguir capacitándonos para enfrentar las complejidades que depara la actualidad para nuestro quehacer, trabajando duro y eficientemente en las emergencias sin flaquear ni agotarse cuando éstas se complican o se alargan.

Eso ya lo sabemos, como también sabemos que debemos cuidarnos a nosotros mismos y proteger a nuestros compañeros, para no tener que llorar la pérdida de uno de los nuestros cuando se transforma en Mártir, como pasa casi todos los años.

Deben ser cerca de trescientos los Bomberos chilenos que han entregado sus vidas a esta noble causa. Acordémonos de los 36 Bomberos de Valparaíso que murieron ese 1º de enero de 1953, mientras todos celebraban.


Y también debemos preocuparnos para atraer más jóvenes a nuestras filas, esa savia nueva que rejuvenece a la Institución, nos mantiene alertas y nos moderniza. Seamos cuidadosos con ellos, ya que son el futuro de esta maravillosa actividad que lleva ya 154 años de indispensables servicios.

Tengamos Fe en Dios, en nuestra Patria, en nuestra Institución Bomberil, en nosotros mismos y en lo que podemos hacer juntos.

La Unión, Disciplina, Abnegación, Lealtad, Amor y orgullo por nuestro servicio, nos deben seguir guiando.

Olvidemos los problemas por esta vez y disfrutemos mientras no suenen los tonos.

Felicidades, ánimo, mucho optimismo, perseverancia y amor.

Un gran abrazo

15 diciembre, 2005

El peligroso afán de abarcar más...


Siempre he sostenido que si alguna vez aterriza un OVNI en Chile, los Bomberos serán los primeros en llegar al sitio del suceso.

Después, dependiendo del lugar, aparecerán las Fuerzas Armadas o de Orden según a quién le corresponda actuar de acuerdo a la legislación vigente.

Seguramente la primera persona que se entere del hecho, llamará a los Bomberos y éstos irán.

Es un lindo honor para nosotros. Por algo la ciudadanía nos ha puesto en el primer lugar de su confiabilidad en las instituciones.

Pero ese honor, invaluable por cierto, ¿cuanto le cuesta a los Bomberos?

Tenemos el afán de servir a la comunidad en todo lo que esté a nuestro alcance y también en lo que no lo está.

Algunas veces ese hermoso pero desmedido afán de servicio, nos lleva a actuar sin medir las consecuencias que puede tener nuestra acción, arriesgando incluso las vidas de los Bomberos y la responsabilidad civil del Cuerpo..

Los Bomberos se formaron para apagar incendios. “Asociación contra Incendios” fue el primer nombre que tuvo el Cuerpo Fundador de Valparaíso el 30 de junio de 1851.

No obstante, su primer acto de servicio, en julio de 1851, fue apagar el incendio del vapor Perú, (un barco), que había varado por un fuerte temporal, lo que significó que los Bomberos corrieran riesgos adicionales por tener que trabajar en el agitado mar.

Posteriormente, durante la epidemia del cólera de 1866, los Bomberos debieron ejercer de camilleros y en otras funciones, donde varios se contagiaron e incluso murieron.

Para el bombardeo a Valparaíso por la escuadra española también en 1866, concurrieron Bomberos de Santiago armados, para apoyar a la ciudad en un posible desembarco español. También Valparaíso y otros Cuerpos portaron armas para mantener el orden al final de la guerra civil de 1891.

Claramente desde el principio asumimos tareas diferentes a nuestra misión. Debe estar en nuestra impronta, en nuestros genes...

No considero en estas “excepciones” a nuestra labor, la que se realiza en inundaciones, terremotos, derrumbes, deslizamiento de tierras y otros fenómenos naturales o no que ocurren en Chile, ya que debe entenderse que corresponden a lo que se espera de un grupo organizado de socorro.

Pero Bomberos también ha ido responsabilizándose por otras actividades que se encuentran en esa tierra de nadie que otras instituciones históricamente no han asumido, por lo que se han especializado en otra gama de servicios a la comunidad, como son los rescates en acantilados, en pozos, en altura, en la montaña, en piques mineros, en espacios confinados y hasta en ríos y lagos.

Entiendo que todo lo relacionado con aguas navegables públicas en Chile, corresponde a la Armada de Chile, vía Gobernaciones Marítimas, Capitanías de Puerto, etc. que cuenta con los recursos humanos y materiales adecuados.

No obstante hay Cuerpos que tienen botes zodiac y buzos capacitados dentro de su organización de servicio, para participar en rescates en lagos o ríos y en el mar si fuera preciso. Es muy lógico cooperar, pero debería ser sólo en lo nuestro, en tierra firme.

Algunos cuerpos hasta han subido carros a lanchones para ayudar a combatir incendios en barcos en la bahía pero no atracados.

Como un punto aparte me refiero al rescate vehicular, que es el que ocupa el mayor tiempo de los Bomberos actualmente y al que en principio se acudía utilizando elementos para incendio de los zapadores, como chuzos, sogas, “diablos”, “napoleones”, palas y hachas. Hoy se cuenta con herramientas de extricación caras y modernas en casi todos los Cuerpos de Chile.

Hace un par de años, los ministerios de Interior, Defensa, Salud y Transportes, concurrieron para dictar el Decreto Exento Nº 50 que estableció la forma de operar en emergencias para Bomberos, Carabineros y Ambulancias en el “Manual ABC”.

En dicho Manual se establecieron tres situaciones en las que debe concurrir personal de Bomberos:

Incendios;
Incidentes con materiales peligrosos; y
Cuando sea necesaria una acción de “rescate”, entendiéndose por tal, al “conjunto de acciones destinadas a liberar a una o más personas, atrapadas en una estructura o en una ubicación tal que no puedan salir de ella por sus propios medios o con el concurso de recursos habituales”.

Esta norma sirvió para mejorar en mucho los problemas que se presentaban entre Bomberos y Carabineros, sobre todo en los rescates vehiculares.

Pero por esa inquietud y responsabilidad tan propia de los Bomberos, ya se había visto la conveniencia de que los Bomberos rescatistas aprendieran de primeros auxilios, debido a que normalmente se llegaba bastante antes que las ambulancias.

Por lo tanto ya no se trataba de abrir el acceso hacia los heridos, sino también inmovilizarlos con cuellos cervicales, tablas y otros elementos, para entregar al herido al personal de salud. (Disgresión: No sé si se habrán solucionado los eternos problemas para devolver estos elementos por parte de los servicios de salud a los Bomberos, a los que muchas veces los hacían esperar horas en la Asistencia Pública para recuperarlos)

Y al RCP o Reanimación Cardio Pulmonar se fueron agregando otros conocimientos de primera atención de salud, lo que habla muy bien del deseo de servir más y mejor. En la Academia Nacional hay muy buenos cursos para Operadores de Rescate como se les llama a estos Bomberos especializados.

Pero después personal del ministerio de Salud, a través de médicos-bomberos, manifestó el interés de entrenar a Bomberos en el uso del desfilibrador automático para atención de personas en paro cardíaco. El aparato es seguro y sencillo de operar, pero caro.

Entiendo que el convenio a nivel nacional no se firmó, por lo menos yo entregué mi opinión en contrario en una Asamblea Nacional, argumentando que el costo de equipar a todos los carros de los cuerpos de Chile era altísimo y que además estábamos nuevamente subsidiando nosotros al Estado en una responsabilidad absoluta de éste.

También entiendo que hay cuerpos que adquirieron el aparato y se capacitaron para ello.

Por otro lado, existe el problema con los cuerpos que en su buena intención asumen inocentemente riesgos que le pueden traer serios problemas, incluso penales, como el traslado de enfermos o accidentados en vehículos de los Cuerpos, no equipados conforme a la ley, ni con el personal competente, o el atender partos u otras acciones que la ley encarga a otros y en que sólo por buena voluntad se participa, muchas veces sin tener los conocimientos y elementos apropiados.

Como se recordará, mas atrás hablamos del Manual ABC donde como segundo tipo de emergencia a atender por Bomberos aparece los incidentes con materiales peligrosos.

También se ha debido capacitar y equipar Bomberos para que puedan participar en incidentes o accidentes con materiales peligrosos o Hazmat, los que hoy son más posibles debido al incremento de su uso en las empresas y el consiguiente tránsito por las carreteras y líneas férreas del país.

Obviamente que la responsabilidad por el manejo de estos químicos, inflamables, radiactivos o explosivos no es de Bomberos y en distintos cuerpos legales se asignan responsabilidades a CONAMA, Guarnición Militar, SEC, Seremis de salud, u otra dependiendo de lo transportado, pero casi todos no tienen personal ni medios adecuados para actuar, por lo que en caso de emergencias deben convocarse a los Bomberos ya que ONEMI tampoco tiene gente preparada para eso.

Y hay que vestir a los Bomberos con trajes encapsulados, de altísimo costo, para protegerlos en estas situaciones donde es muy típico comprobar que los elementos transportados no estaban bien rotulados, por lo que no se sabe a lo que se exponen. Entiendo que la comprobación de la debida rotulación y el tránsito en condiciones seguras corresponde a Carabineros e inspectores del ministerio de Transportes

¿Se acuerdan cuando estuvo de moda asustar a la gente enviando sobres conteniendo supuestamente ántrax? ¡Cuanto gasto significó para los Bomberos!

Nuevamente aparecen los Bomberos solucionando la parte del problema que pueden mientras las autoridades y otras instituciones responsables miran hacia el cielo y se encogen de hombros. Posiblemente alguna empresa involucrada en la emergencia, en un gesto que sirve para salir en los diarios, repone un par de trajes encapsulados que se dañaron o se compromete a hacer un aporte para comprar espuma de reemplazo si se utilizó.

Ni al Estado, ni a las Compañías de Seguros, ni a los propietarios de las sustancias, les preocupa el gasto en que han debido incurrir los Bomberos movilizando carros y personal, muchas veces desde cientos de kilómetros de distancia, ni el gasto por la reposición de los trajes ya mencionados.

Y eso que el tiempo que destinan los Bomberos es gratis.

Desconozco si he incluido todas las prestaciones “extras” a que concurren los Bomberos. Creo que con el ejemplo mencionado al inicio de este artículo se comprende todo. Pero no faltarán los bomberos que crean que deberíamos estar preparados para una emergencia con OVNIS.

Mi preocupación se basa en que tenemos pocos recursos de todo tipo para atender bien lo que ya atendemos corporativamente, por lo que no deberíamos meternos en otras situaciones que están en manos de otros organismos e instituciones, que cuentan o deberían contar con los recursos apropiados.

El Estado no nos subvenciona adecuadamente las inversiones y gastos que tenemos que hacer para estar equipados con los elementos que se requieren para entregar un servicio eficiente, moderno y seguro en las emergencias, por lo que además del esfuerzo de servir debe sumarse el de pedir más todavía, de mendigar más y como no hay eco por lo menos de parte de las autoridades del Estado, no nos recarguemos más. A nosotros nos carga mendigar. No entramos a Bomberos para eso.

El Estado en la escasa subvención que nos entrega, nunca ha querido considerar un aumento por las nuevas responsabilidades que hemos asumido (Rescate, Hazmat) ni por el mayor número de Cuerpos que existen hoy, por lo que no debemos voluntariamente gastar nuestros limitados recursos en asuntos de otros, como comprar botes, artículos médicos o quizás cuales.

Pienso que debemos limitarnos a hacer bien lo que tenemos que hacer y que en el Manual ABC queda muy claro y eso que no se incluye específicamente los incendios forestales, que tantos dolores nos causan, como por ejemplo el que están viviendo dos Bomberos de la Primera de Melipilla quemados, que Dios quiera que se recuperen.

Administremos bien lo que tenemos y preocupémonos de tener la mejor tecnología de trabajo, la mejor capacitación y la forma más segura de trabajar en lo nuestro, que está escrito más arriba. Dejemos al Estado que por lo menos cumpla su misión en las otras áreas ya que por esta seguridad está tranquilo y despreocupado.

Para las grandes emergencias, calamidades o catástrofes no consideradas en el manual, antes que nos llamen estaremos con todo nuestro material, personal y buen espíritu, sean o no de nuestra responsabilidad

En la medida que los cuerpos entran a especializarse en otras materias, requieren mas presupuesto, que no obtendrán del Estado y que la Junta Nacional no debería subsidiar, porque no es de nuestra competencia y claro, como “el que mucho abarca poco aprieta”, se termina administrando más pobreza.

Este es un tema que da para mas artículos, por lo que lo retomaremos en otra oportunidad.

Es lindo servir. Es lindo el deseo de servir más. Pero debe servirse en forma responsable.

Lo he dicho antes y lo repito ahora: Los tiempos han cambiado. También tengamos cuidado con las demandas por responsabilidad civil.
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01 diciembre, 2005

Los incendios forestales


Interesantes datos se publicaron en La Segunda: Más de 155.000 incendios forestales en los últimos 42 años con 1,85 millones de hectáreas de diversa vegetación quemadas.

Los antecedentes fueron aportados por el Sr. Guillermo Julio, quien es decano de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Chile y Director de Bosques para Chile.Y también afirma, como lo hemos sostenido siempre, que en Chile los incendios no son causados por la naturaleza, como sucede con los rayos en otras latitudes, sino invariablemente por el hombre, ya sea en forma intencionada o por descuido.

Es muy preocupante y lamentable esta situación y no se vislumbra una solución fácil.

Dentro de la acción intencionada del hombre podemos anotar los terroristas, delincuentes pirómanos, dueños de bosques que cobrarán seguro, jóvenes que querrán mirar el trabajo de aviones y Bomberos y otros. También están los semi intencionales, ya que no son fortuitos, como son los niños que jueguan con fósforos, los descriteriados que botan las colillas de cigarrillo a la maleza, que hacen un picnic y no apagan bien la fogata, los ignorantes o descuidados que hacen roces a fuego de maleza o rastrojos y se les escapa, etc.

Todo se agrava por la pasividad e irresponsabilidad de los afectados y vecinos, que siempre esperan que alguien haga algo, menos ellos, tanto en la prevención como en la extinción de los pequeños fuegos iniciales.

Todos los años es el mismo cuento y todos los años los resultados son los mismos. Si bien la situación que conozco mejor es la de Valparaíso y la Quinta Región, esto se aplica a varias más.

Los diarios podrían copiar sus titulares de año en año: “Bomberos preocupados por la altura de la maleza cerca de las poblaciones”; “La Municipalidad iniciará un desmalezamiento en los sectores altos” (sic); “CONAF contará con aviones sólo por dos meses”; “En diciembre se contratarán y entrenarán los brigadistas”; “Llaman a vecinos a preocuparse de los alrededores de sus casas”; “Basura en las quebradas aumenta riesgo de incendios de viviendas”; ”A Bomberos aún no le devuelven platas por incendios forestales del año pasado”, etc.

Creo que en el fondo de todo lo que más influye es la actitud de la gente: la indolencia, la comodidad y la falta de solidaridad. Además la postura de las autoridades que no sienten que este es un problema que afecta al país, por lo que también es de su responsabilidad

Incendios forestales ha habido siempre, lo que más ha cambiado es la intensidad, la magnitud y la frecuencia.

Entre Bomberos y CONAF, cuya relación normalmente es muy buena, se establecieron tres tipos de incendios forestales: Rurales, que afectan bosques nativos o de explotación: Interfaz, que afectan zonas boscosas cercanas a viviendas y Urbanos que se producen en quebradas o sitios eriazos dentro de las áreas pobladas.

Como se ha dicho majaderamente, la responsabilidad legal por la prevención y control de los incendios forestales recae en CONAF y los Bomberos deberían acudir sólo cuando son citados por la Intendencia o Gobernación.

No obstante, a los incendios Urbanos e Interfaz por la posible propagación a las casas salen de forma inmediata sólo los Bomberos.

Aunque parezca una disgresión, yo tengo una teoría personal con respecto a la relación entre al incremento de los incendios forestales y la actitud de la gente y es la siguiente:

No teniendo ni emitiendo una opinión política ni relacionada con la propiedad agrícola, postulo que la razón por la cual antes no había incendios rurales tan grandes, era por la existencia de los fundos privados, no necesariamente forestales en la región central del país, donde al producirse un incendio, propietarios, familiares y trabajadores disponían un tractor y un coloso donde subían hombres y herramientas y se partía a luchar contra el fuego. A defender la fuente de trabajo, el hogar.

Y los vecinos hacían lo mismo acudiendo en su ayuda, total en otra oportunidad le tocaría a ellos.

Y se apagaban la casi totalidad de los incendios forestales rurales.

Posteriormente con la Reforma Agraria y la subdivisión de muchos fundos, se perdieron estos equipos de trabajo solidarios y eficaces.

Si consideramos que la CONAF se creó en 1970, que los caminos rurales de esos años eran aún más precarios que ahora y que no existía la cantidad de Cuerpos también rurales que hay actualmente, podría considerarse que mi teoría parece razonable.

Posiblemente por carencia de medios, de organización y talvez por interés, esa responsabilidad de los propietarios decayó y se llegó a la situación actual. Hasta donde sé, sólo en los grandes fundos madereros de la zona sur se mantienen brigadas forestales privadas, capacitadas y bien equipadas que funcionan efectivamente.

El resto, hoy llama a los Bomberos y a Carabineros para informar a CONAF.

No le echo la culpa a la reforma agraria en todo caso. Fin de la disgresión.

Por ley toda la responsabilidad recae en CONAF, que tampoco tiene medios adecuados y suficientes, por lo que los incendios crecen y muchas veces avanzan a sectores poblados donde deben actuar los Bomberos, generalmente en forma desesperada para salvar viviendas.

Demás está decir que todos los incendios que ocurren dentro del área urbana son atendidos sólo por Bomberos, los que les produce una gran cantidad de llamadas diarias para apagar desde 50 metros cuadrados de pasto hasta quebradas o cerros enteros donde hay casas.

Efectivamente las llamadas para apagar pequeñas superficies son muchas y se deben básicamente a la desidia de los pobladores en mantener limpio el sector donde está ubicada su vivienda o la quebrada aledaña a ella, que algunas veces también sirve de basurero público. A lo más reclaman porque la Municipalidad no ha limpiado. A casi nadie se le ocurre tomar la manguera del patio y apagar el fuego al inicio.

Incluso hay veces que llaman a los Bomberos para apagar pequeños fuegos en sus patios. Suena fuerte esta aseveración, pero es una realidad absoluta.

Los incendios en el sector Interfaz dan grandes problemas a los Bomberos y a CONAF porque normalmente se producen en fundos privados que han sido cercados por sectores poblados, lo que en Valparaíso y Viña del Mar se da mucho.

Lo increíble es que todos los años y varias veces en cada temporada se producen incendios en los mismos fundos y los propietarios no hacen nada por limpiarlos ni facilitar vías de acceso, peor aún parece que las dificultaran. Para mí los casos peores son los de los fundos El Pajonal, El Vergel, El Rincón entre varios. Y hasta donde sé no son sancionados por las autoridades. ¿No existirá una normativa al respecto?

Como se puede ver la irresponsabilidad y la desidia de los propietarios o pobladores, siempre esperando que otros le hagan el trabajo que les corresponde, hacen que todos los años se pierdan millones de pesos y de árboles o vegetación natural.

Y por supuesto los presupuestos de los Bomberos se afectan sobremanera, ya que el material con que cuentan no es para este tipo de catástrofes, por lo que deben utilizar el que tienen, que se quema, estropea o pierde ya que no es el adecuado, además del gran gasto en combustible.

Cuando el incendio amenaza transformarse en catástrofe de proporciones, la máxima autoridad regional o provincial decretará “Alerta Roja”, que significa convocar a todas las fuerzas necesarias para trabajar en el control y extinción del siniestro y salvataje de bienes y personas amenazadas.

Entonces aparece la irresponsabilidad de las autoridades, que ordenan lo anterior de acuerdo a las facultades que les otorga el D.S. Nº 733, pero olvidan que también las obliga a rembolsar los gastos incurridos por las instituciones llamadas.

Algunas o varias veces deben concurrir a un incendio Bomberos y carros de otros Cuerpos, con el consiguiente gasto en combustible y peajes, los que no son devueltos. Entre los Cuerpos de Valparaíso, Viña del Mar y Quilpue esta situación se repite varias veces todos los años. En los últimos años hasta han concurrido también de Santiago, Ñuñoa, La Cisterna y otros.

El reembolso prescrito en el DS 733, si se produce para los Bomberos, será después de una larga tramitación y objeción del valor solicitado, que puede demorar meses o años, apareciendo cada vez más trabas por parte de las autoridades para eximirse de esta mínima obligación, alegando que no tienen fondos considerados en sus presupuestos.

Incluso una vez un Intendente Regional me dijo que no conocía ese decreto supremo. Y se supone que la Ley es conocida por todos...

Algunas veces entregan como un gran favor una suma inferior a la solicitada y lo hacen con bombos y platillos.

Si ha participado personal y equipos de las Fuerzas Armadas o Carabineros, de inmediato se les reembolsan los gastos de colación y combustible, pero a los Bomberos a lo más una limitada colación.

¿Es posible que a nadie se le ocurra presupuestar un gasto que se repite todos los años? Entre tanto funcionario, ¿no habrá uno que sepa planificar los gastos?

Esta situación no es un imprevisto, es una rutina.

Entonces nuevamente la pregunta ¿Qué tienen contra los Bomberos? O, ¿qué esperan que hagan los Bomberos para asumir su responsabilidad como lo indica la Ley?

Cuando hay una emergencia de estas que se producen todos los años en varias regiones del país, aparecen las autoridades incluso ministros, se asustan y prometen. Cuando vuelve la calma se olvidan... después se molestan porque los Bomberos piden lo que les deben de acuerdo a la Ley.

Y con la misma cara pedirán lo mismo la próxima vez...

¿Esta temporada será diferente a las otras en ese aspecto?
Difícil por decir lo menos, pero que habrá grandes incendios y Alertas Rojas eso es seguro y que ahí estarán los Bomberos apagándolos, también es seguro.

Y como los Bomberos no cobran horas extra, seguirán trabajando mientras el personal de CONAF se retira, porque ya cumplió su horario y no hay plata para pagarles sobretiempo.

Cuando se les acabe la plata a los Bomberos, las autoridades dirán que hay que ser más eficientes...