15 diciembre, 2005

El peligroso afán de abarcar más...


Siempre he sostenido que si alguna vez aterriza un OVNI en Chile, los Bomberos serán los primeros en llegar al sitio del suceso.

Después, dependiendo del lugar, aparecerán las Fuerzas Armadas o de Orden según a quién le corresponda actuar de acuerdo a la legislación vigente.

Seguramente la primera persona que se entere del hecho, llamará a los Bomberos y éstos irán.

Es un lindo honor para nosotros. Por algo la ciudadanía nos ha puesto en el primer lugar de su confiabilidad en las instituciones.

Pero ese honor, invaluable por cierto, ¿cuanto le cuesta a los Bomberos?

Tenemos el afán de servir a la comunidad en todo lo que esté a nuestro alcance y también en lo que no lo está.

Algunas veces ese hermoso pero desmedido afán de servicio, nos lleva a actuar sin medir las consecuencias que puede tener nuestra acción, arriesgando incluso las vidas de los Bomberos y la responsabilidad civil del Cuerpo..

Los Bomberos se formaron para apagar incendios. “Asociación contra Incendios” fue el primer nombre que tuvo el Cuerpo Fundador de Valparaíso el 30 de junio de 1851.

No obstante, su primer acto de servicio, en julio de 1851, fue apagar el incendio del vapor Perú, (un barco), que había varado por un fuerte temporal, lo que significó que los Bomberos corrieran riesgos adicionales por tener que trabajar en el agitado mar.

Posteriormente, durante la epidemia del cólera de 1866, los Bomberos debieron ejercer de camilleros y en otras funciones, donde varios se contagiaron e incluso murieron.

Para el bombardeo a Valparaíso por la escuadra española también en 1866, concurrieron Bomberos de Santiago armados, para apoyar a la ciudad en un posible desembarco español. También Valparaíso y otros Cuerpos portaron armas para mantener el orden al final de la guerra civil de 1891.

Claramente desde el principio asumimos tareas diferentes a nuestra misión. Debe estar en nuestra impronta, en nuestros genes...

No considero en estas “excepciones” a nuestra labor, la que se realiza en inundaciones, terremotos, derrumbes, deslizamiento de tierras y otros fenómenos naturales o no que ocurren en Chile, ya que debe entenderse que corresponden a lo que se espera de un grupo organizado de socorro.

Pero Bomberos también ha ido responsabilizándose por otras actividades que se encuentran en esa tierra de nadie que otras instituciones históricamente no han asumido, por lo que se han especializado en otra gama de servicios a la comunidad, como son los rescates en acantilados, en pozos, en altura, en la montaña, en piques mineros, en espacios confinados y hasta en ríos y lagos.

Entiendo que todo lo relacionado con aguas navegables públicas en Chile, corresponde a la Armada de Chile, vía Gobernaciones Marítimas, Capitanías de Puerto, etc. que cuenta con los recursos humanos y materiales adecuados.

No obstante hay Cuerpos que tienen botes zodiac y buzos capacitados dentro de su organización de servicio, para participar en rescates en lagos o ríos y en el mar si fuera preciso. Es muy lógico cooperar, pero debería ser sólo en lo nuestro, en tierra firme.

Algunos cuerpos hasta han subido carros a lanchones para ayudar a combatir incendios en barcos en la bahía pero no atracados.

Como un punto aparte me refiero al rescate vehicular, que es el que ocupa el mayor tiempo de los Bomberos actualmente y al que en principio se acudía utilizando elementos para incendio de los zapadores, como chuzos, sogas, “diablos”, “napoleones”, palas y hachas. Hoy se cuenta con herramientas de extricación caras y modernas en casi todos los Cuerpos de Chile.

Hace un par de años, los ministerios de Interior, Defensa, Salud y Transportes, concurrieron para dictar el Decreto Exento Nº 50 que estableció la forma de operar en emergencias para Bomberos, Carabineros y Ambulancias en el “Manual ABC”.

En dicho Manual se establecieron tres situaciones en las que debe concurrir personal de Bomberos:

Incendios;
Incidentes con materiales peligrosos; y
Cuando sea necesaria una acción de “rescate”, entendiéndose por tal, al “conjunto de acciones destinadas a liberar a una o más personas, atrapadas en una estructura o en una ubicación tal que no puedan salir de ella por sus propios medios o con el concurso de recursos habituales”.

Esta norma sirvió para mejorar en mucho los problemas que se presentaban entre Bomberos y Carabineros, sobre todo en los rescates vehiculares.

Pero por esa inquietud y responsabilidad tan propia de los Bomberos, ya se había visto la conveniencia de que los Bomberos rescatistas aprendieran de primeros auxilios, debido a que normalmente se llegaba bastante antes que las ambulancias.

Por lo tanto ya no se trataba de abrir el acceso hacia los heridos, sino también inmovilizarlos con cuellos cervicales, tablas y otros elementos, para entregar al herido al personal de salud. (Disgresión: No sé si se habrán solucionado los eternos problemas para devolver estos elementos por parte de los servicios de salud a los Bomberos, a los que muchas veces los hacían esperar horas en la Asistencia Pública para recuperarlos)

Y al RCP o Reanimación Cardio Pulmonar se fueron agregando otros conocimientos de primera atención de salud, lo que habla muy bien del deseo de servir más y mejor. En la Academia Nacional hay muy buenos cursos para Operadores de Rescate como se les llama a estos Bomberos especializados.

Pero después personal del ministerio de Salud, a través de médicos-bomberos, manifestó el interés de entrenar a Bomberos en el uso del desfilibrador automático para atención de personas en paro cardíaco. El aparato es seguro y sencillo de operar, pero caro.

Entiendo que el convenio a nivel nacional no se firmó, por lo menos yo entregué mi opinión en contrario en una Asamblea Nacional, argumentando que el costo de equipar a todos los carros de los cuerpos de Chile era altísimo y que además estábamos nuevamente subsidiando nosotros al Estado en una responsabilidad absoluta de éste.

También entiendo que hay cuerpos que adquirieron el aparato y se capacitaron para ello.

Por otro lado, existe el problema con los cuerpos que en su buena intención asumen inocentemente riesgos que le pueden traer serios problemas, incluso penales, como el traslado de enfermos o accidentados en vehículos de los Cuerpos, no equipados conforme a la ley, ni con el personal competente, o el atender partos u otras acciones que la ley encarga a otros y en que sólo por buena voluntad se participa, muchas veces sin tener los conocimientos y elementos apropiados.

Como se recordará, mas atrás hablamos del Manual ABC donde como segundo tipo de emergencia a atender por Bomberos aparece los incidentes con materiales peligrosos.

También se ha debido capacitar y equipar Bomberos para que puedan participar en incidentes o accidentes con materiales peligrosos o Hazmat, los que hoy son más posibles debido al incremento de su uso en las empresas y el consiguiente tránsito por las carreteras y líneas férreas del país.

Obviamente que la responsabilidad por el manejo de estos químicos, inflamables, radiactivos o explosivos no es de Bomberos y en distintos cuerpos legales se asignan responsabilidades a CONAMA, Guarnición Militar, SEC, Seremis de salud, u otra dependiendo de lo transportado, pero casi todos no tienen personal ni medios adecuados para actuar, por lo que en caso de emergencias deben convocarse a los Bomberos ya que ONEMI tampoco tiene gente preparada para eso.

Y hay que vestir a los Bomberos con trajes encapsulados, de altísimo costo, para protegerlos en estas situaciones donde es muy típico comprobar que los elementos transportados no estaban bien rotulados, por lo que no se sabe a lo que se exponen. Entiendo que la comprobación de la debida rotulación y el tránsito en condiciones seguras corresponde a Carabineros e inspectores del ministerio de Transportes

¿Se acuerdan cuando estuvo de moda asustar a la gente enviando sobres conteniendo supuestamente ántrax? ¡Cuanto gasto significó para los Bomberos!

Nuevamente aparecen los Bomberos solucionando la parte del problema que pueden mientras las autoridades y otras instituciones responsables miran hacia el cielo y se encogen de hombros. Posiblemente alguna empresa involucrada en la emergencia, en un gesto que sirve para salir en los diarios, repone un par de trajes encapsulados que se dañaron o se compromete a hacer un aporte para comprar espuma de reemplazo si se utilizó.

Ni al Estado, ni a las Compañías de Seguros, ni a los propietarios de las sustancias, les preocupa el gasto en que han debido incurrir los Bomberos movilizando carros y personal, muchas veces desde cientos de kilómetros de distancia, ni el gasto por la reposición de los trajes ya mencionados.

Y eso que el tiempo que destinan los Bomberos es gratis.

Desconozco si he incluido todas las prestaciones “extras” a que concurren los Bomberos. Creo que con el ejemplo mencionado al inicio de este artículo se comprende todo. Pero no faltarán los bomberos que crean que deberíamos estar preparados para una emergencia con OVNIS.

Mi preocupación se basa en que tenemos pocos recursos de todo tipo para atender bien lo que ya atendemos corporativamente, por lo que no deberíamos meternos en otras situaciones que están en manos de otros organismos e instituciones, que cuentan o deberían contar con los recursos apropiados.

El Estado no nos subvenciona adecuadamente las inversiones y gastos que tenemos que hacer para estar equipados con los elementos que se requieren para entregar un servicio eficiente, moderno y seguro en las emergencias, por lo que además del esfuerzo de servir debe sumarse el de pedir más todavía, de mendigar más y como no hay eco por lo menos de parte de las autoridades del Estado, no nos recarguemos más. A nosotros nos carga mendigar. No entramos a Bomberos para eso.

El Estado en la escasa subvención que nos entrega, nunca ha querido considerar un aumento por las nuevas responsabilidades que hemos asumido (Rescate, Hazmat) ni por el mayor número de Cuerpos que existen hoy, por lo que no debemos voluntariamente gastar nuestros limitados recursos en asuntos de otros, como comprar botes, artículos médicos o quizás cuales.

Pienso que debemos limitarnos a hacer bien lo que tenemos que hacer y que en el Manual ABC queda muy claro y eso que no se incluye específicamente los incendios forestales, que tantos dolores nos causan, como por ejemplo el que están viviendo dos Bomberos de la Primera de Melipilla quemados, que Dios quiera que se recuperen.

Administremos bien lo que tenemos y preocupémonos de tener la mejor tecnología de trabajo, la mejor capacitación y la forma más segura de trabajar en lo nuestro, que está escrito más arriba. Dejemos al Estado que por lo menos cumpla su misión en las otras áreas ya que por esta seguridad está tranquilo y despreocupado.

Para las grandes emergencias, calamidades o catástrofes no consideradas en el manual, antes que nos llamen estaremos con todo nuestro material, personal y buen espíritu, sean o no de nuestra responsabilidad

En la medida que los cuerpos entran a especializarse en otras materias, requieren mas presupuesto, que no obtendrán del Estado y que la Junta Nacional no debería subsidiar, porque no es de nuestra competencia y claro, como “el que mucho abarca poco aprieta”, se termina administrando más pobreza.

Este es un tema que da para mas artículos, por lo que lo retomaremos en otra oportunidad.

Es lindo servir. Es lindo el deseo de servir más. Pero debe servirse en forma responsable.

Lo he dicho antes y lo repito ahora: Los tiempos han cambiado. También tengamos cuidado con las demandas por responsabilidad civil.
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