24 mayo, 2007

Los Estatutos, Reglamentos y sus reformas...

En ATINA BOMBEROS hemos comentado muchas veces sobre la escasez de planificación que se da en los Bomberos quizás porque normalmente se trabaja sólo en el día a día, ya que no hay recursos suficientes para detenerse a pensar y se queda más que nada en el actuar.

Al decir falta de recursos, debemos partir por los económicos, que en este caso son muy primordiales, porque por no tenerlos en forma suficiente, siempre existirán prioridades más urgentes para obtenerlos y lo importante deberá esperar.

Pero esa falencia para los Bomberos no sólo es económica; también están las de personas capacitadas, de tiempo disponible, de estructura institucional y otras. Y por supuesto de autoridades que sean capaces de empinarse sobre los problemas cotidianos y mirar hacia más adelante, para proyectar la actividad hacia el futuro.

También está en la falta de trabajo en equipo de los dirigentes, que tienden a delegar muy poco y a hacer todas las cosas solos, como si el principal fuera el único que sabe y puede hacerlo. Y los directorios olvidando su misión estatutaria de dirigir los Cuerpos, delegan absolutamente en el dirigente transformándolo en caudillo.
Con las reformas a los estatutos saltan a la vista estas falencias.

Muchos mandos bomberiles culpan de sus problemas o los problemas de sus cuerpos a la calidad de los estatutos: Que están atrasados, que son de otro tiempo, que no consideraron determinadas situaciones, que no son claros, etc... Siempre se termina concluyendo que es indispensable modificarlos

¡¡Como si los estatutos se hubieran hecho solos y para otra institución!!

Los estatutos deben ser como las constituciones políticas de los estados: Cortos, claros y considerar lo fundamental. Para los detalles están las leyes y los reglamentos.

Claro que todos hay que cumplirlos.

Desde que se dio forma a los bomberos, los estatutos fueron la base y regulación por la que se regiría esta institución formada por caballeros. Al paso de los tiempos todo fue cambiando y debió hacerse modificaciones para adecuarlos a las necesidades modernas. Lo mismo que por lo demás se hace con la Constitución y sus reformas.

Lo que no se hace siempre es revisar qué hay que cambiar para que la institución llegue a qué.

Salvo honrosas excepciones se tiende a modificar lo que aparece contradictorio con una cierta situación o realidad, olvidando que un buen estatuto es un todo armónico referido a una organización, abarcando sus aspectos esenciales.

Para establecer una regulación es obvio tener claro cual es el propósito de ésta, por lo que para modificarla debería ser igual. De no hacerse así, como muchas veces ocurre, se termina en un texto contradictorio, lleno de parches que da mas problemas que soluciones y que en definitiva no sirve, o sirve para unos escasos intereses momentáneos.

Entonces volvemos al principio: Por qué necesitamos cambiar. Cual es el propósito Qué ha cambiado tanto que nos obliga a modificar nuestra institucionalidad. Adonde queremos llegar. Cuales son los obstáculos que se presentan para conseguirlo. Cómo los cambios podrían afectar al reglamento y órdenes del día. Cuánto mas hay que rehacer.

Toda reforma a los estatutos es un proceso largo y bastante complicado, ya que además de poner de acuerdo a los que serán afectados, hay que presentarlo a las autoridades del Estado, los que después de meses lo podrán aprobar o no.

Por eso que una reforma a los estatutos debe ser bien planificada, analizada y redactada. De no ser así, como decíamos será trabajo y tiempo perdidos.

Y lamentablemente en general las reformas son sólo cosméticas o parches apurados para hacer adecuaciones no bien estudiadas cuyas consecuencias se verán después.

Hace pocos años en nuestro Cuerpo, un Superintendente tuvo la fuerza para impulsar un Plan Estratégico, conforme a una Visión que se consensuó tras un importante trabajo previo y que fue tomado con seriedad por el Directorio y los Bomberos. Dirigido por profesionales universitarios y bomberos se avanzó bien y organizadamente en todos los aspectos de lo que se esperaría de nuestro servicio en el año 2010, que incluía una reforma de estatutos para adecuarlos a esa Visión. La participación de los bomberos Activos y Honorarios que trabajaron en eso fue muy interesante y aportó mucho mas de lo que estoy seguro esperaban todos.

Lamentablemente y como pasa tanto, al cambiar la autoridad no se continuó con el esfuerzo, perdiéndose o archivándose las ilusiones, el trabajo de muchos y también recursos económicos.

Volviendo a lo habitual, no casos puntuales, que es lo que nos ocupa en ATINA BOMBEROS, es una pena que al no concluirse un esfuerzo para construir un plan estratégico se vuelve a lo mismo: Centrarse en el corto plazo y seguir marcando el paso sin visión de futuro.

Cuando se habla de reformas a los estatutos o reglamentos en general, muchas veces no se concretan y si se hace no perduran eficientemente en el tiempo. Salvo pocas excepciones los estatutos de los cuerpos han sido y son muy buenos y consideran todo lo que importa al funcionamiento bomberil.

Con los años las autoridades del Estado han solicitado incorporar mayores estipulaciones, sobre todo en lo relacionado con la penalización de las faltas a la disciplina, debido en gran parte al uso y abuso que han hecho muchos dirigentes de bomberos.

Antes decíamos que se culpa a los estatutos y reglamentos inmerecidamente ya que son las autoridades las que los desconocen en la doble acepción de la palabra: (1) O no los han leído o los leyeron y no captaron bien lo que dicen, o (2) no actúan en conformidad a ellos.

Si se conocieran y se acataran por todos habrían menos problemas y menos necesidades de modificarlos.

En todos los Estatutos están claramente definidos la organización que tendrán, las autoridades que dirigirán a los Cuerpos y las atribuciones, deberes y responsabilidades que tiene cada una de ellas, así cómo serán elegidas y el Tribunal que juzgará en caso de falta. Para los detalles se consigna que se establecerá un Reglamento.

En todos aparece que existirá un Directorio que es el que dirigirá el Cuerpo y un Superintendente que es el jefe superior de la organización y que además de ser el representante legal y del Directorio tiene la responsabilidad del fiel cumplimiento de las normas establecidas.

El problema está en que muchas veces las autoridades actúan mirando sólo lo que les interesa y no la totalidad de las normas y ya lo decíamos antes, los estatutos y reglamentos deben ser armónicos porque están referidos A UNA ORGANIZACIÓN. Es como si a una mesa de cuatro patas se le alarga una o se le quita una, queda coja. No por creer solucionar una situación puntual se arregla el conjunto sino por el contrario, se desajusta todo. O como conducir un auto en la ciudad respetando solamente algunas reglas de tránsito.

Por ejemplo, si el directorio de un cuerpo acepta que se pase a llevar el estatuto o el reglamento para una situación dada, en el hecho está estableciendo que todas esas normas son relativas y no absolutas y por lo mismo ninguna es obligatoria para todos, por lo que será injusto aplicarlas en otros casos. ¿Con qué altura moral lo podría hacer? Está pidiendo a gritos que alguien reclame a las autoridades del Estado.

Se podrá decir que no es de caballero o de bombero bien nacido reclamar ante una autoridad no bomberil, pero si las bomberiles no son coherentes en aplicar las normas establecidas, ¿Es obligatorio para los bomberos como personas aceptar una injusticia?

Cuando un directorio se sale de lo establecido en los estatutos y reglamentos, en el hecho lleva al cuerpo a la anarquía, donde triunfarán los que en el momento tienen mas poder o las mejores armas, no la justicia ni la razón.

En ATINA BOMBEROS no entraremos en mas detalles sobre estas situaciones que se repiten con demasiada frecuencia en los cuerpos y que ya comentamos el 31 de agosto de 2006 con desagradables recuerdos: El olvido de la responsabilidad de los directores en velar por la coherencia y apego a la legalidad y normativa en que se mueve una organización, en este caso un cuerpo.

Mientras se está en el poder se trata de adecuar los estatutos y reglamentos a lo que a uno le conviene o cree mas conveniente. Cuando el poder se pierde y uno queda en el otro extremo del recorrido del péndulo, se arrepiente pero ya es tarde.

Las normativas no pueden hacerse pensando en personas sino en las instituciones y su Misión.
Es muy poco creativo repetir que las personas pasan y las instituciones quedan, pero cuando una persona está con el poder, parece que se olvida de eso y cree que nunca va a dejar de tenerlo y será en ese momento cuando empiece a comprender los errores en que incurrió, por supuesto que sin malas intenciones

Y claro, para evitar eso están los directorios, que como responsables de la buena marcha y futuro de las instituciones, deben aconsejar, asesorar y convencer a los superiores de algún error que están a punto de cometer o de pedirle rectificación cuando ya lo cometieron.

Pero muchas veces se confunde la lealtad con la institución, que es hacer y exigir sólo lo mejor para ella, con una mala entendida lealtad con las personas dirigentes, lo que es muy lamentable y pernicioso para todos, aunque cómodo para los directores.

La primera modificación que se debería hacer a algunos estatutos es incorporar un artículo que diga que donde el estatuto o reglamento dice que es de cumplimiento obligatorio para todos, debe entenderse que es obligatorio cumplirlo...

ATINA BOMBEROS

13 mayo, 2007

Es complicado el tema, pero urgente

Desde hace mucho tiempo en ATINA BOMBEROS estamos insistiendo en lo indispensable que nos parece que los Bomberos chilenos se organicen de alguna manera que les permita tener la posibilidad de ordenar un poco la institucionalidad bomberil.

Aún cuando puede causar cansancio lo reiterativo de los temas, es una de las formas de crear conciencia de esta situación para formar una masa crítica que se preocupe del problema de fondo.

Lo hemos tratado en muchas ocasiones, por ejemplo en los artículos del 29 de diciembre de 2005 La peligrosa proliferación de Cuerpos de Bomberos y del 10 de enero de 2006 La preocupante interrelación entre Bomberos y el Estado y en varios más, por lo que no volveremos a entrar en detalles repitiendo lo mismo.

En el primero de los artículos citados se mencionaba que habría que ver también la posibilidad de dar alguna ponderación al voto de los cuerpos, dada justamente la existencia de muchos cuerpos de una compañía, varios de los cuales pareciera que no tienen las condiciones para hacer las cosas bien.

Uno podrá ser mas o menos democrático, pero cuesta aceptar que hablando de corporaciones, dé lo mismo el tamaño de éstas para sopesar su representatividad en un ente centralizador. Extrapolando, suena extraño creer que el peso del voto del Cuerpo de Bomberos de Santiago, con 22 compañías y atendiendo 9 comunas con varios millones de habitantes, debe ser igual a uno de los más nuevos, con 20 bomberos viendo una pequeña comuna rural.

Puede parecer anecdótico, pero se está ante una nueva situación, que no consideramos para nada complicada pues se debe al ordenamiento nacional y es que con la creación de dos nuevas regiones, el cuerpo de Arica pasó a ser el único en ésta, lo que le da derecho automático a tener un Director Nacional. Es decir, al elegir Superintendente los bomberos ariqueños estarán eligiendo también un Director Nacional

Claro que no sé como podría haber un consejo regional si es un puro cuerpo.

Hasta ahora había en el directorio nacional, Directores de regiones con cuatro cuerpos.

La ponderación del voto de los cuerpos también tiene mucho que ver con la gestión regional que se pueda hacer, interna y externa, sobre todo cuando hay pocos cuerpos en una región, ya que al tener todos el mismo peso relativo sucede, como se ha dado, que varios cuerpos pequeños se unen para elegir presidente regional a uno de ellos, casi en represalia contra los grandes que sienten que los han mirado en menos, no importando la gestión que puedan hacer.

Hay que recordar que hasta hace unos años, las presidencias regionales recaían en el superintendente del Cuerpo correspondiente a la capital regional, lo que provocó varias situaciones buenas y malas para los cuerpos y la organización bomberil misma.

Realmente hay muchos temas en que habría que trabajar y harto.

Viendo la página web de la Junta, aparece una noticia que da gusto: La Quinta Compañía de Colina, ubicada en Chicureo, inauguró su nuevo cuartel donado por una empresa inmobiliaria que construye en la zona.

Aparentemente con contribuciones privadas se equipó. En los próximos meses llegará un carro nuevo con el aporte de la municipalidad y Bomberos de Chile que financia aproximadamente el 60%.

Linda noticia, ojalá se repitiera en muchas partes.

No faltará el que diga que donde hay plata se obtiene mucho, lo que es cierto pero no es lo único. Me acuerdo que en Valparaíso cuando se planificó el nuevo barrio de Curauma, en la urbanización se consideró un terreno para un cuartel de bomberos, el que pronto fue cambiado por áreas verdes u otro destino.

Esa es la diferente disposición e interés hacia la comunidad.

Pasando a otro tema, es interesante la opinión de Luis Altina, que insertó como comentario en el artículo anterior de ATINA BOMBEROS, referido a lo que debería hacerse para una eficaz prevención. También tiene razón al comentar situaciones que se dan por la autonomía de los Cuerpos y que son preocupantes.

El trabajo de un bombero es peligroso, por lo mismo es bien remunerado en los países donde los bomberos son rentados y también es cierto que en muchas localidades de Chile no hay suficientes bomberos y Oficiales capacitados, por lo que ocurren bastantes accidentes evitables.

Pero cuando éstos ocurren en academias sin mediar fuerza mayor o afectan a personas de 70 años de edad en un incendio, cabe preguntarse hasta donde puede exigirse que se cumpla a cabalidad una legislación de protección a los bomberos, sin dar pie a que casos así sean usados en contra de otros bomberos accidentados.

Y en eso la SVS en implacable, ya que defiende los intereses de las Compañías de Seguros, que no están felices pues el gobierno no cumplió con lo prometido a ellas, que era el seguro obligatorio contra incendio. Claro, el gobierno no cumplió con lo anunciado y “pagan el pato” los bomberos.

Pero hay que reconocer que por la autonomía los cuerpos se mandan solos y nadie con conocimientos bomberiles los puede supervisar. Ahí sin dudas hay una tremenda falla y como la SVS tiene claro donde está el eslabón mas débil, paraliza casos perfectamente razonables de bomberos accidentados en actos de servicio, amparándose en que hay antecedentes en otras partes que podrían demostrar negligencia o incluso aprovechamiento.!! PERO QUIEN PODRIA ACCIDENTARSE POR PURO GUSTO¡¡

Volvemos pues inevitablemente al mismo círculo vicioso: Los bomberos no son controlados bomberilmente -> se equivocan -> se accidentan -> la SVS no autoriza el pago -> se producen injusticias y arbitrariedades -> no hay articulación bomberil nacional -> no hay fuerza nacional para reclamar -> cada uno hace lo que quiere o lo que puede -> los bomberos pierden -> la SVS afianza su posesión del control.

Insistimos, no es fácil llegar a un consenso para romper ese círculo, pero se comprobaría que es urgente si hubiera una centralización nacional de las situaciones que diariamente ocurren y se informara a los otros cuerpos. Ahí se vería un panorama mucho peor de lo que se puede inferir de estos artículos.

LOS BOMBEROS A NIVEL NACIONAL NO TIENEN LA CAPACIDAD DE CONTROLAR A LOS CUERPOS, ES DECIR UN CONTROL INTERNO Y LA SVS SI Y SE APROVECHA DE ELLO PARA DEMOSTRAR SU PODER.

En otras palabras los cuerpos están obligados a aceptar los controles legales pero no los institucionales, por lo que pierden oportunidades de recibir asesoría para hacer las cosas mejor y no caer en sanciones legales. Pero eso es lo que hay.

Son muchas las situaciones arbitrarias que se producen en las revisiones que hace la SVS a los cuerpos, donde incluso ofenden a sus autoridades, pero no se reclama porque los cuerpos no se atreven a hacer las denuncias por escrito ya que podrían quedar mal con la SVS.

Los funcionarios de la SVS se arrogan conocimientos que no tienen y en base a eso opinan, normalmente criticando y haciendo juicios de valor sobre construcciones o reparaciones de carros, no siendo técnicos sino contables.

Pero como tienen el poder y nadie se atreve a ponerlos en su lugar porque no hay fuerza...

Hay que recordar que son 306 personalidades jurídicas más la de la Junta. 307 entidades independientes entre ellas. Sólo dependientes de la ley y de la SVS.

Pero hay actitudes de la SVS que perjudican a todos los cuerpos por igual y no se sabe de ningún avance al respecto, como ahora, que todavía no se publica la circular donde se instruye a los cuerpos en como actuar para acceder a las Ayudas Extraordinarias para Inversiones 2007 y eso que estamos a mediados de mayo.

¿Que dicen los funcionarios? Que es una ley y que está aprobada desde principios de año. Obvio, si está en la Ley de Presupuestos, pero mientras no salga la circular no se puede solicitar ayudas. Acusan a la Junta que entraba el acceso a esos fondos, lo que no es cierto, ya que sin circular no puede enviar los antecedentes a la SVS.

Entonces cuando estemos a fines de año, los mismos funcionarios sugerirán a algunos cuerpos que les pidan directamente a ellos las ayudas, ya que la organización bomberil es más lenta y podrían perderse fondos. Más de alguno se tentará.

Lamentablemente esa es la verdad y parece que somos muy pocos los que además de pensarlo así, lo planteamos dentro de nuestras posibilidades.

¿Y cual es entonces una posible solución?

Me tinca que la conocida frase “hay que dividir para reinar” no fue pensada para beneficiar a los súbditos....

ATINA BOMBEROS

01 mayo, 2007

Hay que prevenir

Siempre y en todas partes se habla de la prevención. En ATINA BOMBEROS también lo pasamos haciendo, a pesar que no se note mucho.

Hay que vacunarse. No hay que dejar niños chicos solos en las casas. Hay que proteger los hogares. No hay que dejar fuegos encendidos en las casas o en los campos. Si bebe no conduzca. Cruce sólo en los lugares indicados. Preocúpese de lo que hacen sus hijos. Hay que hacer mantenimiento a las máquinas y artefactos, etc.

Los pobres comerciantes y quiosqueros toman precauciones osea previenen cuando van a salir los pacíficos estudiantes y/o el patán “libertario” y sus encapuchados secuaces a “manifestarse”, claro que les sirve de poco.

Es mejor prevenir que curar.

El verbo “prevenir” tiene como algunos otros verbos, un problema: NO SE CONJUGA EN PRIMERA PERSONA DE SINGULAR NI DE PLURAL. Para las otras personas sí y para nosotros casi siempre lo hacen mal o insuficientemente.

De verdad esto es muy serio y lamentablemente se ve por todos lados: Todos esperamos que los otros prevengan pero nosotros no.

Y esto se aplica a lo material y a lo inmaterial. Afecta a todo.

Cuando se escucha hablar sobre el triste movimiento telúrico que sufrió Aysén y lo que se hizo o no se hizo para evitar las pérdidas, sobre todo humanas de un acontecimiento que se esperaba, pero sin saber cuándo ni de que magnitud, vuelven a la mente pensamientos penosos e indignantes como por ejemplo el huracán Katrina en Nueva Orleáns con mas de 15.000 muertos y varios otros.

El problema de la falta de prevención es que aparece siempre después de las tragedias, cuando no hay nada que hacer (de Perogrullo). Si se hubiera hecho esto o aquello... Estaba clarito el peligro... Ya lo decía yo.... Era seguro que pasaba...

Pero en todas partes se critica y se culpa a alguien por no haber prevenido. Nunca hay una autocrítica. Nunca nadie se pregunta qué pude haber hecho yo y si de ahora en adelante voy a preocuparme YO de prevenir.

No hay que ser agorero, pero sí mirar siempre cuan seguros o razonablemente seguros estamos de acuerdo a nuestros medios.

Y cuando aparecen señales, detenernos y pensar en cual será su significado.

Leyendo la página web de la Junta Nacional nos enteramos que una semana antes del terremoto, el Comité Ejecutivo había aprobado una ayuda especial al Cuerpo de Puerto Aysén por diverso material menor por un monto de más de $ 10 mns, justamente para ayudarlo a enfrentar de mejor manera la emergencia que se esperaba. Bien por los bomberos. Parece que fueron los únicos que se preocuparon de prepararse.

Claro que como siempre no aparecieron en ninguna noticia por su actuación. Y eso que trabajaron harto y todavía están participando en la búsqueda de los cuerpos...

Pero este preámbulo medio filosófico no significa que nos estemos saliendo de nuestra misión, ya que en ATINA BOMBEROS desde hace un año y medio hemos estado intentando crear conciencia en los bomberos chilenos que tenemos que preocuparnos de nuestro futuro y eso es prevención también. Por lo demás mucho de lo comentado en estos artículos fue planteado sin éxito cuando participaba en el Directorio Nacional.

En su última sesión ordinaria, el Directorio acordó hacer una nueva revisión de los estatutos de la Junta Nacional, lo que representa una oportunidad magnífica para avanzar un poco o mucho en mejorar la institucionalidad bomberil, SI ES QUE INTERESA.

Un personaje chileno decía que hay que separar de los problemas los chicos y los grandes: Los chicos porque se solucionan solos y los grandes porque no tienen solución. Puede ser ingenioso o sabio pero no lo comparto.

No sé si lo que está pasando en Alto Hospicio con uno de sus dos cuerpos de bomberos, el de Santa Rosa de Huantajaya, es problema chico o grande ni si se arreglará solo o no tiene solución, pero de acuerdo a lo publicado en La Estrella de Iquique, la superintendenta paralizó el cuerpo como protesta por la no entrega de subvención por parte de la municipalidad. El alcalde por su parte informó que no le daría mientras no rindieran cuenta satisfactoria de lo entregado el año pasado.

No satisfecha con la respuesta, concurrió a la intendencia a exponer su problema y la intendenta le prometió ayuda, siendo parte de ella los servicios de un contador auditor para que le ayudara con las rendiciones.....

¿Valdrá la pena hacer comentarios al respecto sabiendo que el Consejo Regional proporciona esa asesoría a los cuerpos?

Hoy en Chile se analiza lo que el gobierno hizo o no se hizo en Puerto Aysén, ya que si bien un terremoto es impredecible normalmente, en este caso había señales con bastante apoyo científico que era muy probable que sucediera algo, debido a los continuos temblores y la posible aparición de un volcán.

Pero parece que no se hizo mucho. Total mientras sólo fueran señales....

No creo que sea tan loco comparar lo que pasa con los bomberos y su futuro a lo sucedido o que está sucediendo en Puerto Aysén.

Si lo que pasó en Alto Hospicio no es señal, no sé que cosa podría serlo.

No es que estemos contra las protestas. Cuando corresponde deben hacerse como último recurso, pero siempre que uno esté muy conciente que ha hecho todo lo posible y que está limpio de culpa, como parece que no es el caso.

Por otro lado y esto no es nuevo, ya que lo hemos mencionado muchas veces:

En esa comuna hay dos cuerpos formados el mismo año y autorizados por el ministerio de justicia obviamente, aunque la Junta lo haya desaconsejado. ¿Es normal o razonable? Hoy hay más de 300 cuerpos.

Hace unos tres años, cuando se estaban iniciando los problemas en Alto Hospicio y la Junta intentaba evitar lo que finalmente ocurrió, la Gobernadora de Iquique en ese entonces me dijo que esos eran problemas de los bomberos, independientemente que el ministerio de justicia le otorgara personalidad jurídica a cualquiera. Aunque duela, en el fondo tenía razón ya que suponía que los bomberos tenían una organización suficiente para solucionar esas situaciones.

Ya por años la SVS mantiene pendientes las indemnizaciones y pagos por accidentes del servicio en que han muerto o se han lesionado bomberos. Se tramita pero no se resuelve. Hay una ley que no se cumple. Los bomberos levantan una débil voz que no la escucha nadie.

La SVS interviene directamente con los cuerpos frente a peticiones de ayudas extraordinarias y se arroga el poder de decisión en aspectos que van más allá del control que le determina la ley, ignorando de paso la estructura bomberil.

Se cambia unilateralmente la redacción de las glosas de las partidas presupuestarias a la que pueden acceder los cuerpos y cuando la Junta logra “meter baza” la SVS se demora tanto tiempo en modificarlas y publicar las nuevas, que los cuerpos pierden oportunidades de aprovecharlas oportunamente con lo que perjudican el servicio al tener que gastar de sus fondos operativos.

Los cuerpos son autónomos y eso lo respetamos y creemos que es fundamental en este servicio, pero eso no quiere decir que esa autonomía autorice a sus dirigentes a pasar por sobre la Constitución, las leyes y los estatutos de los propios cuerpos. Tampoco a malversar ni menos robar. (Usamos el verbo malversar concientes que no aplica a los privados, pero es claro conceptualmente). Aparecen los recursos de protección o las denuncias al ministerio público. ¿Qué puede hacer la Junta al respecto? Nada.

Hay bastante falta de disciplina en el comportamiento de algunos Cuerpos y Consejos Regionales. Si afortunadamente en el servicio activo se anda bien, en lo administrativo no siempre. Hay asesoría disponible pero no se usa si no se quiere.

Por ejemplo, las autoridades de gobierno piden a la Junta que entregue en un determinado plazo información relacionada con el servicio bomberil. La Junta que normalmente no la tiene actualizada la solicita a los cuerpos. Algunos cuerpos responden, otros no, ya sea porque no la tienen o no quieren entregarla. Todos los bomberos quedamos mal ante el gobierno y a los que no cumplieron no les pasa nada.

Muchos cuerpos no rinden correcta ni oportunamente cuenta por dineros recibidos. La Gobernación provincial rechaza la rendición y se suspenden las subvenciones. Los cuerpos resienten sus servicios, buscan financiamiento de parte de alguien que se los ofrezca, se meten en más líos, pero cuando debían no usaron la asesoría que proveen los consejos regionales y nadie bomberil puede decirles nada.

Y hay bastantes ejemplos más que pensamos que son claramente señales que algo no anda todo lo bien que se debería esperar y que más de alguien está consciente de eso y se aprovecha. No estamos diciendo que tengamos seguridad que algo se está tramando, ni para cuando, pero hay suficientes señales para adoptar medidas de prevención, que es lo que estamos tratando sin mucho éxito de hacer desde ATINA BOMBEROS.

Si se tratara de hechos puntuales y aislados no debería preocuparnos mucho, serían como un temblor aislado, pero los ejemplos dados se repiten en muchas regiones y las situaciones tanto con el ministerio de justicia como con la SVS se mantienen en el tiempo, sin que se conozca ningún síntoma que esto puede cambiar.

Y si le añadimos las tristes palabras de la presidenta de que estaba abierta a conversar sobre el tema de bomberos un poco más profesionales...

Hay que ser claro, no es fácil ni rápido avanzar hacia mejorar nuestra organización, pero antes que nada hay que querer ver e interpretar en su conjunto las señales que hay y analizar si estamos bien o no y si éstas son reales o imaginarias.

Sabemos que los cuerpos de bomberos con antigüedad y trayectoria tienen una impronta diferente entre sí, que se acentúa al compararlos con la mayoría de los nuevos ya que han recibido una herencia de tradiciones - más que centenaria en muchos casos - que les ha forjado una fuerte visión de honor en el servicio que se cumple (ojalá pudiera decirse siempre), pero esa cualidad es una base y una fortaleza al momento de discutir una reglamentación nacional.

Dios quiera que haya interés en estudiar esta situación con generosidad ya que se refiere al bien común nacional y bomberil.

Los Bomberos no tenemos una legislación especial para nosotros y debe ser porque somos privados organizados, es decir una organización privada en un servicio de utilidad pública que hasta ahora el Estado no ha determinado estatizar.

No sé si el gobierno tendrá tiempo para estar buscando una nueva fórmula, pero creo que hay que preocuparse, ya que en vez de ayudarnos a solucionar nuestros problemas y falencias, siento que nos complican más y si eso es señal de indolencia o de otra cosa no sé, pero es una señal y como tal nos debe obligar a estar preparados.

Por mientras podemos intentar mejorar en lo interno para tener mas fuerza para luchar porque este buen servicio que entregamos se mantenga así por el bien de Chile. Debemos ser generosos con nosotros y con la Patria.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

ATINA BOMBEROS