24 julio, 2008

Reiteramos nuestro propósito

Cuando iniciamos ATINA BOMBEROS, el 28 de septiembre de 2005, establecimos que el propósito era intentar crear conciencia para mejorar el sistema bomberil chileno por lo que comentaríamos sobre el trípode - por así llamarlo - en que se sustenta y que son: Los Bomberos mismos, las Organizaciones bomberiles: Cuerpos y Junta y el Estado.

Propósito: Que los Cuerpos funcionen bien en todo sentido en todo Chile.
Que el Gobierno reconozca y respete su función.
Que el sistema bomberil sea cohesionado y tenga la fuerza para hacerse respetar.

Esa fue y sigue siendo la base de estos artículos, aunque con distintas aproximaciones de detalles de acuerdo a lo que a los actores les fuera más contingente y en el hecho separando bastante a Cuerpos y Junta. Pero la base es inmanente.

La necesidad de la comunidad de contar con un servicio de extinción de incendios eficiente, dio origen a la formación del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso el 30 de junio de 1851: Ahí nace EL BOMBERO y la asociación que los agrupa y dirige: los Cuerpos.

¿Por qué se le entregó esta responsabilidad del Estado a los privados? No se sabe a ciencia cierta, aunque claramente el servicio público que se prestaba era ineficiente, por lo desorganizado y mal equipado.

¿Por qué se optó porque fueran voluntarios y no rentados ya que en el mundo existían las dos realidades? Posiblemente por una inspiración filosófica.

El Bombero, el hombre y ahora también mujer, que partió apagando incendios y después ha ido derivando en otras acciones, siempre al servicio de la comunidad es la base y el fundamento de esta actividad.

Todo el resto, imprescindible por cierto, es la organización que se forma para darle elementos y equipamiento para hacerle más eficaz su servicio y darle protección personal, donde el financiamiento también es primordial.

Y no hay que perder de vista ese concepto.

Todo lo que se ha construido después y hasta nuestros días es una organización que podría haber sido mínima si desde un principio se hubiera asegurado la subsistencia material, ya que la espiritual fue sólida desde el inicio.

¿Puede alguien imaginar a los máximos dirigentes de Carabineros e Investigaciones o a los Directores de los Servicios de Salud pidiendo plata o haciendo colectas para ayudar a financiar su servicio?

Partieron los bomberos voluntarios chilenos apadrinados por personas acaudaladas y generosas y eso se mantuvo mientras mantuvieron su interés por ellos. No podemos juzgarlas ya que su generosidad puede haberse enfocado hacia otras situaciones más prioritarias según ellas, se aburrieron o decidieron que no les correspondía.

Pero se puede resumir en que privados - Bomberos - cumplen un servicio de utilidad pública - por lo mismo de responsabilidad del Estado - de manera voluntaria y que debe buscar su propio financiamiento ya que el Estado subvenciona sólo en parte su labor.

Y ahí empiezan los problemas y se superponen las prioridades e importancias:

Los Bomberos aparte de entregar su servicio en forma gratuita deben financiarlo.

Pero los bomberos no son ricos, financistas ni economistas y además como deben trabajar en diferentes actividades para hacer una vida familiar normal, no pueden necesariamente especializarse en eso.

Además que no ingresaron a bomberos para financiar un servicio sino para apagar incendios y ayudar a la comunidad. En otras palabras su labor es de técnicos no de gerentes.

Y definitivamente se enredan las cosas...

Hay que cubrir una necesidad que es de responsabilidad del Estado. Éste se desentiende y la delega (no se puede ya que la mantiene el delegante) a los privados y además les indica en los hechos que deben arreglárselas solos en todo. Con el tiempo empieza a asumir un tibio rol subsidiario en lo económico hasta nuestros días, en que ha aumentado de manera importante la subvención, pero de manera exagerada el control.

Veamos: Los Bomberos por su propia cuenta y por su responsabilidad, se han ido modernizando a través de los tiempos, tanto en conocimiento como en equipos y el Estado siempre ha estado tranquilo y desinteresado, osea ha delegado bien.

Nunca se ha preocupado por las necesidades del servicio y ha confiado en los Bomberos, no obstante autoriza la creación de nuevos cuerpos sin preocuparse de su preparación y medios, complicando la función bomberil. Es decir sigue desinteresado en este aspecto de la seguridad.

Pero donde sí se preocupa es que la plata que entrega se gaste bien, en lo que estamos absolutamente de acuerdo, aunque no en la falta de coherencia: No le importa como lo hagan en cuanto a la seguridad de la población y su financiamiento, lo que le importa es la plata con que lo financian.

Posibles razones, pero no para la falta de coherencia:

1.- La más importante es que como en los últimos años han aumentado tanto los fraudes y robos (o desvíos) de dinero en el sector público, hay que demostrar que hay control por lo menos con los privados. Eso lo hace exageradamente bien la SVS.

2.- En bastantes cuerpos se han registrado faltantes de dinero, de responsabilidad de los dirigentes. Algunos por falta de control, desconocimiento o definitivamente por mala fe.

3.- Muchas veces estas faltas o delitos han sido tapados o minimizados y no se han denunciado como se debe.

4.- Se producen caudillismos o camarillas que se mantienen en el poder por largo tiempo y administran los recursos públicos y sobre todo los privados a su antojo, sin respetar los controles indispensables.

5.- La proliferación de nuevos cuerpos de bomberos, aprobados bajo el alero de la Constitución de 1980, que derogó tácitamente al entender de las autoridades, los requisitos que se pedían desde 1943 y que los hacían factibles de funcionar, tanto en infraestructura como en gente preparada.

Entonces tenemos: Muchos cuerpos autónomos, pocos bomberos capacitados en administración, muchos caudillos que hacen las cosas a su pinta y un control cada día más estricto por parte de la SVS.

Ninguna centralización: Desde el Estado (3 ministerios) a los bomberos (308 cuerpos).

¿Y donde está la Junta?

Por los años 60 los cuerpos estaban económicamente muy mal, por lo que con el liderazgo del Superintendente de Santiago, el gran apoyo del actual Presidente Honorario y la decisión de varios superintendentes más se unieron, naciendo la Junta Coordinadora de Cuerpos de Bomberos, la que con una excelente gestión obtuvo mucho para los Cuerpos, logrando ser reconocida y respetada por el Estado.

Lamentablemente la Junta se desarrolló sólo en el campo económico y no en el institucional por las dificultades que se presentan y que entendemos bastante bien los bomberos antiguos. Esta relación económica y no institucional deja un amplio espacio que permite que malos dirigentes cometan abusos económicos y disciplinarios en sus cuerpos y donde la Junta no tiene ningún poder rector o fiscalizador que pudiera eventualmente evitar que organismos ajenos a bomberos, como la SVS y el ministerio de justicia intervengan y sancionen a los cuerpos, lo que es muy malo para el sistema bomberil como tal.

El Estado en la redacción de muchos textos legales, se refiere al cuerpo de bomberos de Chile, lo que está mal porque no existe, pero todo el mundo lo entiende ya que es de lógica elemental para el ciudadano común pensar que todos los que hacen lo mismo en favor de la comunidad a lo largo y ancho del país son los mismos. Pero son 308 cuerpos autónomos y no son ni están unidos.

Claro que cuando autorizan la formación de un nuevo cuerpo, normalmente innecesario, no aumentan la subvención por el cuerpo nuevo. Obviamente hay una dicotomía, pero no les importa.

Es casi tan ridículo como que el Ministerio del Interior creara una Comisaría de Carabineros, con policías desconocidos, sin el consentimiento del alto mando institucional.

Pero con Bomberos sucede. ¿Porque somos privados? ¿Porque no estamos organizados?

Resumimos: El Estado no se interesa en tener una normativa única, Ley Marco o como quiera llamarse, que agrupe y norme todo lo relacionado con el sistema bomberil.
Tampoco en nombrar un funcionario de buen nivel como responsable o interlocutor único con los bomberos, que los vea como un todo, interactuando él con los poderes públicos que pudieran tener participación.

Y los Cuerpos como no tienen una jerarquía orgánica, no tienen la fuerza para exigirlo, debiendo conformarse con recibir dádivas puntuales en vez de hacer valer derechos establecidos.

Para cerrar el círculo vicioso actual, vuelven los bomberos, que de técnicos deben pasar a ser gerentes y gestores para cumplir con los requerimientos de oficialidad que deben tener los cuerpos chicos, dejando en múltiples casos mucho que desear en su cometido y control.

Y seguimos el círculo: Aparece la SVS que revisa (incluso retroactivamente lo visado por otro estamento fiscal), suspende las subvenciones al cuerpo afectado, éste para funcionar recurre a la comunidad de manera no conveniente por lo poco controlable, como peajes, bingos, campañas del sobre, etc. que terminan algunas veces en el Ministerio Público.

Si hubiera una sola legislación, una dependencia única, una organización bomberil articulada, oficiales preparados y un financiamiento adecuado para los cuerpos que efectivamente se requieren, los problemas serían mínimos y se podría trabajar planificando su eficiencia.

En ATINA BOMBEROS estamos seguros que se puede hacer, manteniendo la forma actual, pero más organizada.

Para eso se necesita tiempo, paciencia, generosidad y sobre todo convencerse que es necesario.

Queremos crear conciencia de esta situación, que actualmente no es dramática, pero que puede afrontar muchos peligros, ya que los tiempos actuales son diferentes a los anteriores y hoy la ciudadanía es más consciente de sus derechos y los exige y para cumplir bien, el sistema bomberil debe dar seguridad de un nivel de eficiencia parejo en todas sus actuaciones y el Estado, que es el responsable, preocuparse de reconocer la categoría e importancia de este servicio de utilidad pública.

Más adelante podrían presentarse demandas o querellas por responsabilidad en algún siniestro y ¿contra quién las harán?: ¿Bomberos o el Estado?

¿Entonces no sería mejor anticiparse intentando hacer todas las cosas mejor?

Pero para eso deberían juntarse a discutir representantes de alto nivel del Estado y de Bomberos, pero representándolos a todos y con respaldo.

En resumen pretendemos: Que los Bomberos se organicen y adquieran fuerza, interna y externa.

Que el Estado asuma su responsabilidad y no se desentienda de su rol.
Que los Cuerpos hagan bien las cosas: Que haya una calidad de servicio a nivel nacional. Que tengan un financiamiento y control adecuados, no la responsabilidad de costearlo también.

Que la SVS cumpla su rol de control y no se arrogue atribuciones que no tiene interviniendo en la gestión, que debe ser exclusiva de la organización bomberil.

ATINA BOMBEROS

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

DOMINGO: Hay que ser perseverante en ésta idea,los que ya tenemos sus años en Bomberos tenemos muy claro que perduraremos en el tiempo en la medida de que seamos "eficientes y eficaces",de lo ontrario las futuras generaciones se verán tremendamente comprometidas,Dios quiera que exista la altura de miras para que las autoridades políticas y de la Junta que son quienes nos coordinan,se planteen objetivos claros cuantificables y medibles en el tiempo para el bién de los "CIUDADANOS DEL PAIS"
Atte
Un Viejo Bombero

28/7/08 22:32  

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