12 abril, 2008

Misceláneos pero importantes

Con felicidad y esperanza vimos en ATINA BOMBEROS, la breve pero contundente intervención en la Cámara del H. Diputado y gran Bombero don Jorge Ulloa - que publica la página web de Bomberos de Chile - donde expresó su malestar por la forma en que la SVS maneja al criterio y antojo de sus funcionarios una Ley de la República como es el DL 1.757, que beneficia a los Bomberos accidentados en actos de servicio.

“Resulta insólito e inaceptable que la voluntad de este Congreso esté supeditada a dos o tres funcionarios que hacen lo que quieren en la Superintendencia de Valores y Seguros.” Dice en una frase que refleja lo que sentimos los Bomberos que estamos preocupados por esto.

Hacía falta esta declaración que acoge y resume espléndidamente lo que hemos estado denunciando hace harto tiempo en nuestros artículos de ATINA BOMBEROS, y que para no cansar a nuestros amables lectores no volveremos a detallar, además que esta actitud se repite de igual forma con la administración que hace de las Ayudas Extraordinarias y otras subvenciones que la Ley de Presupuesto de la Nación asigna para el funcionamiento de Bomberos. Y ejemplos tenemos de sobra.

Ojalá que se concrete la iniciativa del H. Diputado Enrique Jaramillo y que fue aprobada por la Cámara por unanimidad, de reactivar la Comisión Especial de Bomberos, ya que mientras funcionó fue muy útil y reconfortante ver el cariño y el interés con que transversalmente los Diputados participaban buscando soluciones a los múltiples problemas que afectan a los Bomberos y consiguiendo muy buenos resultados para varios.

Tuve la ocasión y el agrado de participar en varias de sus sesiones, junto a algunos que hoy son Senadores o han sido o son embajadores de nuestro país, donde con el respeto y franqueza que se discuten estos temas, pudimos expresar nuestras preocupaciones y presentar alternativas de solución que creíamos posibles, las que se conversaron ampliamente.

Además de lo positivo que se obtuvo para Bomberos, se podía disfrutar de un diálogo profundo y comprometido donde las ideas políticas se dejaban afuera y sólo se buscaba lo mejor posible. Que lindas fueron algunas sesiones donde se terminaba con el compromiso que cada cual hablaría con sus respectivas bancadas para apoyar lo acordado por esta Comisión Especial, o se pediría a la presidencia de la cámara que oficiara ante alguna otra autoridad que nos ignoraba cuando le solicitábamos audiencia.

Dios quiera que funcione tan bien como fue antes, porque significó un tremendo apoyo a bomberos que hoy se echa de menos.

Pasando a otro tema, un Bombero amigo y detallista investigador, me consultaba sobre el significado de la calidad de “Servicio de Utilidad Pública” que tienen los Cuerpos de Bomberos de Chile y la Junta Nacional.

Al respecto otro amigo abogado y Bombero nos ayudó con la definición que han entregado distinguidos profesores de Derecho Administrativo y que es que “el hecho de ser reconocidos como "servicios de utilidad publica" implica que el Estado reconoce el carácter de coadyuvantes de una de sus funciones como es el caso de la seguridad publica y en tal condición le concede recursos y franquicias para permitir su funcionamiento.

Cabe hacer presente que bomberos no es un servicio publico, pues no formamos parte de la administración del estado, ni estamos sujetos a las regulaciones legales y reglamentarias del sector publico, ello naturalmente sin perjuicio de lo referido a uso y destino de recursos públicos”

A mí me reafirma lo que siempre he pensado y me da una definición más jurídica, pero me obliga a pensar que si de acuerdo al diccionario de la RAE coadyuvante significa “Der. Persona que interviene en un proceso sosteniendo la pretensión de una de las partes.” , en el hecho esta palabra que me cuesta tanto pronunciar vendría a significar que se le entrega esa función de responsabilidad del Estado a Bomberos.

Porque en Chile nadie más que los Bomberos están capacitados y equipados para la función que realizan.

No sé si la Cruz Roja es reconocida como coadyuvante de los servicios de salud ni si es servicio de utilidad pública, pero claramente su función sería relativa, muy diferente a la de los bomberos cuya función es absoluta.

Y si es así, por qué no existe una legislación adecuada y única para los bomberos y que además disponga que los bomberos dependan de una sola autoridad administrativa del país y no de tantos ministerios que actúan sin coordinación hacia ellos, por ejemplo uno autorizando cuanta creación de nuevos cuerpos se le presente y otro no entregando recursos para esos nuevos cuerpos.

Pareciera que al primero no le interesa si cumplen los requisitos para asumir la responsabilidad que piden, como si ésta no fuera primariamente del estado y al otro le da lo mismo como funcionan los bomberos ni cuántos sean mientras no le pidan mas plata.

Y al tercer ministerio, el de Interior sólo le interesa que los Bomberos cumplan bien su misión, no importándole cómo.

¿A quién podría importarle por ejemplo estudiar el duro impacto del IVA en Bomberos?

Me recuerda cuando jugábamos los niños de antes al “ compra huevos”

Ojalá que en la reunión que sostuvieron el Presidente Nacional y el Director Nacional Sr. Eugenio Díaz con el diputado Ulloa se haya tocado este punto ya que por lo que se puede leer en la página web algo se habló al respecto, pero no sabemos qué exactamente. El actual vicepresidente de la Cámara fue el primer Presidente de la Comisión Especial de Bomberos teniendo una muy destacada y eficaz gestión, al igual que su sucesor el diputado y bombero don José Miguel Ortiz.


Por otra parte y definitivamente fuera de los temas anteriores, vimos en un interesante artículo de la Revista Bomberos de Chile, que la Academia Nacional está solicitando que los cuerpos envíen información anual sobre los actos de servicio que cumple cada uno, a fin de llevar estadísticas centralizadas que puedan ser utilizadas para mejorar la gestión y suponemos que también la capacitación que se requiera en forma más urgente.

Yo entiendo que esa información se solicitó hace muchos años a los cuerpos y que como lamentablemente sucede, no todos cumplieron lo requerido por el Consejo Ejecutivo, con lo que se perdió la posibilidad de mantener una base de datos que debería ser indispensable en toda organización como la que deberíamos tener. Ignoro si actualmente se cumple, pero por el artículo pareciera que no.

Si bien me parece imprescindible que se concrete esa información, considero que no debe ser la Academia la que lo pida porque no le corresponde, sino al revés la Junta para que después de analizar lo que le concierna, ordene a la ANB la preparación de los cursos necesarios.

Es otro problema que aparece en la falta de una reglamentación que oblige a los cuerpos a entregar información fidedigna y oportuna y por otro lado la ausencia de la función de bomberos en la Junta, donde sólo hay parte comercial y de finanzas.

La Junta entre todas sus secciones o departamentos, debería tener una que se preocupara de los Cuerpos, del sistema bomberil en sí en forma integral, ya que está como el gobierno, entregando parte de los problemas al Departamento Jurídico, que no tiene la infraestructura para atender todos los requerimientos y asesorías que se requieren, los de adquisiciones al Gabinete y los de platas a Administración y Finanzas, pero ¿dónde aparte del Consejo ejecutivo se ve la realidad global de un cuerpo? Sólo cuando se pide la información y hasta donde sabemos sólo está la situación de deudas y rendiciones, carros y material recibido, pero nada del servicio activo bomberil.

Y cuando aparecen problemas de este último y vital aspecto ¿quién se hace cargo?

Es otro punto que habría que analizar, porque puede ser por una parte por la autonomía de los cuerpos o por que no existe la organización adecuada, que no se apoya a los cuerpos en forma integral y se recarga el Departamento Jurídico, que ya tiene más que suficiente con la cantidad de recursos de protección o reclamos presentados en contra de muchos cuerpos, a cuyos abogados asesora.

La cantidad de cuerpos que tienen problemas de estatutos, de disciplina, de sanciones mal dictadas es muy grande y como no hay una estructura normalizada para que todos, incluidos los Consejos Regionales puedan actuar, se termina recurriendo al Presidente Nacional, que obviamente no tiene tiempo ni por qué preocuparse de problemas que deberían resolver otros si pudieran y supieran.

Falta repensar la Junta y adecuar su estructura a las necesidades actuales, viendo lo que sucede en los cuerpos, con su administración, con la justicia, con la SVS y con la representación que tiene la Junta y los Consejos Regionales. Debe reglamentarse para poder delegar y dejar en Santiago sólo las directrices, la supervisión global y la resolución de problemas muy complejos que se salgan de lo normal.

Tenemos que profesionalizar la administración porque aunque duela, la ignorancia es mucha, por lo que la imagen que damos como institución bomberil hartas veces es pobre.

Pero hay que partir desde arriba.

ATINA BOMBEROS