26 septiembre, 2007

A propósito del incendio de Pucón

En ATINA BOMBEROS no habíamos querido referirnos al incendio del hotel y casino de Pucón, ya que no somos analistas ni técnicos en investigación de incendios, que respetamos mucho y menos podríamos hacer comentarios a distancia.

Pero sí es tema nuestro en la parte que nos toca a los bomberos como organización nacional voluntaria, que nuevamente ha aparecido, si bien no especialmente cuestionada, por lo menos profusamente comentada, lo que es natural y lógico cuando se producen emergencias que conmocionan a una comunidad o al país.

Siempre habrá opiniones sobre si se combatió bien, regular o mal, las que no validamos, ya que después de la batalla todos somos generales. Se opina desde diferentes perspectivas emocionales, afectivas o de intereses y normalmente sin tener absolutamente todos los antecedentes y conocimientos.

Lo importante e interesante es el análisis que hagan los participantes y otros invitados en el foro interno que debe realizarse con el propósito de compartir experiencias que nos lleven a todos, la sociedad, el gobierno y los Bomberos a mejorar.

Creo que primero que nada, hay que ser justo en evaluar todo siniestro, ya sea éste u otro, aquí o en cualquier parte, en el entorno que se produjo, ya que no se puede esperar tener la misma cantidad y calidad de equipamiento en todas partes por una razón de costo-beneficio, TIR o como se le llame al indicador que se usara.

Obviamente - para extrapolar - no se podría jamás comparar la infraestructura hospitalaria, policial y bomberil disponible en la Carretera Austral con la de Santiago. Huelgan los comentarios.

Nótese que las pusimos juntas, a pesar que dos son instituciones públicas y por ende rentadas y la otra voluntaria y privada, pero todas de servicio público.

LO QUE SÍ DEBE ESPERARSE ES UNA CAPACIDAD DE RESPUESTA DENTRO DE TIEMPOS RAZONABLES Y CON UNA CALIDAD MÍNIMA ASEGURADA Y ES FUNDAMENTAL QUE EXISTA UN SISTEMA EFICIENTE DE COMUNICACIONES PARA PEDIR AYUDA.

El pionero, el explorador, el turista debe conocer o por lo menos asumir que correrá algunos riesgos en algunas localidades, lo que lo debe hacer prevenir aún más. No creo que haya nadie que lo dude.

Y no se trata necesariamente de responsabilizar a los servicios porque son más o menos profesionales, públicos o privados. Ellos deben contar con lo suficiente para funcionar en lo normal. Habría que ser muy simple para esperar que todo el mundo estuviera preparado en todo momento para una catástrofe de cualquier índole en cualquier parte.

Es lógico concordar que en la medida que uno va asumiendo riesgos, ya sea por buscar lugares mas aislados, hacer turismo extremo o por construir un hotel en la antártica, debe aumentar las medidas de prevención, protección y considerar también la mitigación para casos de accidentes. Y esa debe ser una responsabilidad particular.

Es similar a que se quisiera instalar una empresa para elaborar elementos inflamables, explosivos o contaminantes, en algún lugar alejado de centros poblacionales y se esperara que cerca de ellos hubieran Bomberos preparados para combatir un incendio ultra especializado o una fuga peligrosa. ¿Cómo, por qué?.

Las medidas de prevención y control de las emergencias deben estar dentro de la fábrica o laboratorio. De ellos es la responsabilidad. En todas partes del mundo.

Como decíamos, con el incendio del Hotel y Casino del Lago se ha comentado que si los bomberos pudieron haber sido más eficientes, si hicieron todo correctamente, si recibieron la alarma oportunamente, etc. y por supuesto que también se conjetura sobre su profesionalismo, sobre su equipamiento, sobre la necesidad de tener carros telescópicos (mecánicas como dicen algunos) y otras.

Volvemos a lo de antes: ¿Cuales son las probabilidades de incendios en edificios de altura que cumplen con los requisitos de seguridad exigidos por las autoridades? Pocas.

¿Hay muchos edificios de altura antiguos que no cumplen las normas? No lo sabemos.

¿Es imprescindible contar con un carro telescópico en Pucón, con dos o quizás tres? ¿Quién podría determinarlo?

¿Se conoce el costo de un carro telescópico y la cantidad de veces que opera en un año? Parece que no.

Por lo que informa el Cuerpo de Bomberos de Pucón, tiene suficiente material y gente preparada y a la petición de ayuda llegaron varios cuerpos cercanos, con carros telescópicos y de especialidades. ¿Qué mas se podría esperar? ¿Si hubiesen sido rentados, habrían habido más y mejores? No lo creemos.

Insistimos en que en ATINA BOMBEROS no estamos analizando si el trabajo realizado fue bueno, regular o malo ya que no contamos con ningún antecedente.

Lo que sí deseamos es racionalizar el análisis.

Hace años conversábamos con los bomberos de Isla de Pascua, dada su preocupación por su absoluto aislamiento en caso de un gran incendio, por ejemplo - lo que Dios no quiera - del Hospital y ellos tenían un buen carro operativo y un camión aljibe. Preguntábamos: ¿Con cuantos carros o compañías podrían dormir tranquilos?

Sin duda que en una emergencia de ese tamaño, tendrán que concurrir los marinos, los carabineros y seguramente los carros del aeropuerto, pero no se puede tener mucha infraestructura por si acaso, si las estadísticas registraban cinco o seis incendios de pastizales al año y dos rescates vehiculares. Lo lógico es que el Estado se preocupe que el hospital, en todas partes tenga las adecuadas medidas de seguridad.

El domingo 23, El Mercurio editorializaba a raíz de este incendio, la insuficiente prevención que existe, en lo que estamos totalmente de acuerdo y la realidad de los Bomberos de Chile, preguntándose si ésta sería la mejor situación para los requerimientos actuales, aludiendo a algunas estadísticas bastante básicas y discutibles.

Es importante esta preocupación pero es incompleta, ya que como se ha dicho en este artículo y en otros de ATINA BOMBEROS, la cantidad de bomberos que hay en Chile es suficiente y el material mayor y menor con que cuentan en general es moderno y adecuado. Si los bomberos fueran rentados lo más seguro es que no mejoraría mucho, más aún en los pueblos y ciudades pequeñas, donde en casi todas partes del mundo se cuenta sólo con bomberos voluntarios por lo que ya explicábamos antes y nos atrevemos a conjeturar que sería peor.

Es cosa de ver los servicios públicos como los hospitales y policlínicas.

Sí, como lo hemos dicho, es necesaria una articulación bomberil a escala nacional para sistematizar las necesidades de los cuerpos en las diferentes localidades, ya que normalmente cada comunidad cuenta con un cuerpo de acuerdo a lo que dicha comunidad provee o que las autoridades del cuerpo, políticas y municipales consiguen o entregan, sin que haya necesariamente un raciocinio en cuanto a lo que se requiere.

Tampoco existe una complementación operativa en el sentido que los cuerpos aledaños acuerden qué especialidad tendrá cada uno, manteniendo cada cual bien lo básico, que es el incendio y el rescate vehicular y pedir ayuda al Cuerpo más cercano que tenga los medios para otro tipo de emergencias.

En algunas provincias se hace algo o bastante al respecto, PERO NO ES OBLIGATORIO y por lo mismo bastaría un comandante que se crea súper poderoso para que no pida ayuda y sólo la autoridad gubernamental, si lo estima lo podría obligar.

Ahí coincidimos con El Mercurio que deben ser los mismos Bomberos de Chile los que estudien la situación, las falencias que existan y se organicen de una manera más moderna.

Hoy cualquier cuerpo que consiga fondos de cualquier parte para adquirir cualquier elemento, indispensable, necesario o no, obtiene el subsidio que debe entregar la Junta Nacional, sin que ella evalúe su necesidad.

Asimismo el Estado autoriza la formación de Cuerpos independientemente de su necesidad, amparándose en una garantía constitucional, que hemos denunciado tanto en este blog.

Aquí es donde falta la organización nacional que venimos promoviendo desde hace mucho y desde estas páginas hace dos años: Hay que articular el bomberismo. Hay que buscar una forma que racionalice los recursos que se dispongan para tener a lo largo y ancho de Chile un servicio acorde a las necesidades de cada comunidad, eficiente, capacitado y equipado, no sólo de acuerdo a lo que los dirigentes gubernamentales, municipales y bomberiles decidan o puedan conseguir.

Con municipalidades de buenos recursos y alcaldes comprometidos se pueden obtener materiales innecesarios y que significan una gran inversión para una muy baja rentabilidad social en este aspecto.

Lo contrario es mucho más frecuente. La indolencia de las autoridades es enorme. No asumen que la seguridad de la población es su responsabilidad.

Por eso debe existir un organismo bomberil que centralice y decida informada y profesionalmente cuándo hará aportes, no sólo ser un agente de compras que además subsidia, ya que como lo hemos dicho tantas veces, se acrecienta la brecha entre las necesidades de unos y las facilidades de otros.

Esto no se arregla con tener bomberos rentados o no. El profesionalismo se consigue con buena disposición, disciplina y elementos de combate adecuados y una prevención obligatoria, donde el Estado no puede seguir haciéndose el desentendido.

Si se decidiera que este servicio fuera rentado, todos los recursos se lo llevarían las remuneraciones, que en todas partes donde existe representan sobre el 80 % del gasto total. En Chile el insuficiente aporte del estado se destina exclusivamente a materiales y capacitación.

Por supuesto que se puede o se debería estudiar la necesidad de contar con profesionales expertos en prevención y combate de incendios para que asesoren o estén disponibles para tomar el mando en situaciones de grandes emergencias. Eso pasa por la aceptación de los cuerpos a esa realidad, en forma obligatoria y obviamente a una financiación por parte del Estado.

Aquí tenemos otro punto de desacuerdo con El Mercurio: ¿Por qué de nuevo debe acudirse a los privados para buscar un eventual financiamiento para mayores gastos por concepto bomberil?

¿Cuándo esperarán que el Estado asuma que es su responsabilidad la seguridad de la población, incluidos los incendios, terremotos, rescates y cualquier emergencia y que para eso todos pagamos impuestos?

Pero dejemos en claro por si no lo estuviera:

ESTAMOS POR QUE SE AUMENTEN LOS RECURSOS PARA QUE LOS BOMBEROS VOLUNTARIOS Y PRIVADOS PUEDAN MEJORAR SU GESTIÓN.

Para todos resultará muy claro que si los bomberos pasaran a ser un servicio público se volverían tan ineficientes como la mayoría de los servicios asistenciales del Estado, donde se politizan, sindicalizan y van a la huelga para mejorar sus ingresos y eso jamás ha pasado en los 156 años que lleva este servicio, orgullo de Chile.

Por eso, hay que ser cuidadosos en el momento de filosofar, criticar o proponer y por otro lado los bomberos debemos con humildad, aceptar que podemos ser mejores si nos organizamos mejor.

LA VOCACIÓN POR EL SERVICIO A LOS DEMÁS ES INCOMPARABLE CON UNA REMUNERACIÓN POR BUENA QUE FUERA.


ATINA BOMBEROS