03 octubre, 2005

La situación bomberil chilena (segunda parte)

Claramente uno de los problemas que mas afectan a los Bomberos Chilenos es el del financiamiento, ya que nunca ha sido incorporado en una ley que se mantenga en el tiempo, sino sólo se incluye en la Ley de Presupuestos de la Nación de cada año y normalmente disminuye de año en año, debido a que siempre los Gobiernos de turno tienen otras prioridades.
Si bien hay otros recursos económicos privados como los provenientes de la Ley 18046, art. 26, éstos son administrados por la Junta Nacional y se destinan a fines que determina el Directorio o la Asamblea Nacional, no a aportes a los Cuerpos para sus gastos operacionales.

No alcanzan a la decena los Cuerpos que cuentan con ingresos suficientes, entre fiscales y privados, que les permita ser autónomos económicamente y prestar un buen servicio.

Todos los demás cuerpos, en mayor o menor medida, con un mejor o peor sistema y un servicio mas o menos eficiente, deben salir a pedir la colaboración de la ciudadanía para que les ayude a sobrevivir. La forma será desde pararse en un camino con un tarro; una campaña del sobre; rifas; campaña de socios, etc. hasta cobrar por algunos servicios a privados, como llenar piscinas; estar de guardia en eventos; organizar bingos; fiestas bailables, etc . Todo lo cual lo deben hacer los mismos Bomberos.

Es decir, los Bomberos aparte de utilizar su tiempo en capacitarse, asistir a emergencias, hacer guardias y administrar los recursos, deben gastar otro tanto en pedir plata para subsistir con su servicio, por el que ya pagan cuotas mensuales.

Para el joven que ingresa a Bombero lleno de ideales de servir, nada puede ser mas desmotivador que tener que pedir limosna, de la manera que sea.

Además como se comentó en el artículo anterior, se sigue autorizando la creación de cuerpos nuevos sin preocuparse de si se necesitan, si tienen los medios para realizar el servicio y menos aún si podrán capacitarse adecuadamente.

La preocupación aumenta al constatar que un Servicio de Utilidad Pública se trata igual que un club de niños.

Como también decía en el artículo anterior, el Estado hasta ahora no ha querido tomar conciencia que la prevención y protección contra incendios forma parte de la seguridad ciudadana, por lo que también es de su responsabilidad y por ella los contribuyentes pagan impuestos. Esta falta de conciencia se demuestra también cuando las autoridades planifican algún evento especial, y se cita a Carabineros, Investigaciones, Salud y nunca a Bomberos.

Los Bomberos quedan como en un “limbo” en que aparecen como buenas personas, interesadas en ayudar a los demás con un servicio por que les gusta y pagan por ello, como si existieran otros organismos estatales encargados y ellos sólo colaboraran en su tiempo libre.

Visto todo lo anterior, más el problema de todos los años en las regiones donde se producen grandes incendios forestales cuyas Intendencias nunca presupuestan gastos por este concepto, siempre surge el mismo problema: Que el Gobierno no devuelve los gastos a que está obligado cuando activa las “alertas rojas”, porque no tiene dinero y los Bomberos amenazan con no concurrir a los incendios forestales donde no estén amenazadas viviendas, ya que quedan sin fondos.

Y siempre da la sensación que el Estado le hace un favor a los Bomberos si le devuelve parte de esos fondos.

El tema es delicado ya que los Bomberos por sus estatutos están obligados a apagar incendios, sin describir qué tipos, pero en el caso de los forestales la Ley designa puntualmente a CONAF como responsable y le destina un presupuesto, siempre insuficiente también, para prevenirlos y combatirlos, aunque no tiene los medios para cubrirlos a cabalidad y los Bomberos deben actuar.

Estas consideraciones y otras que analizaremos más adelante, demuestran que estamos ante un problema grave, que requiere de una salida institucional y ésta debiera ser política:

El Estado debería crear una sub secretaría u otro organismo con carácter ejecutivo, dependiente del Ministerio del Interior que se preocupe de manera integral de esta rama de la seguridad, ya que abarca incendios, rescates vehiculares y otras emergencias que día a día se están atendiendo en todo Chile y los Bomberos son los únicos que están capacitados y tienen los medios para hacerlo bien.

Debiera darse una legislación que establezca deberes, responsabilidades, derechos y atribuciones de los Bomberos, donde el servicio se considere como un todo, desde la optimización de los servicios, la racionalidad en la creación de nuevos cuerpos, el adecuado financiamiento y de una vez por todas aceptar que mientras no aparezca una mejor, es una actividad privada eficiente y de muy bajo costo para el Estado, que cumple bien una función pública.

En los países en que los bomberos son rentados, el 85% del presupuesto se destina a remuneraciones, ya que es una actividad peligrosa. El 15% restante se destina para la mantención y operación bomberil.

En Chile los Bomberos reciben casi el 40% del 15%. El 60% de ese 15% deben financiarlo ellos mismos.

El 85% se le regala a la Patria.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Existe algún estudio " serio " que cantifique el costo total de un Servicio Bomberil, igual al que prestan los Bomberos Voluntarios en Chile ?

7/10/05 20:28  

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