01 diciembre, 2008

Por ahora no podemos cantar

Hace dos meses que no publicábamos en ATINA BOMBEROS y la razón está cercana a la desilusión que sufrimos con la publicación del título "Hoy canto solamente por cantar", encabezamiento muy diferente a nuestra forma de ser ya que preferimos hablar sólo sobre hechos concretos y no conjeturas, pero parece que nos pusimos eufóricos con las fiestas patrias, otros hechos positivos y la actitud de nuestra autoridad regional, la que una vez más nos decepcionó.

Ya lo habíamos supuesto en un artículo muy anterior, cuando empezamos a hablar del proyecto y decíamos que iba a ser otro frustrante dolor de cabeza. Y así ha resultado.

Es cierto que ya estamos más que pasados de edad para creer en el Viejo de Pascua, pero parecía que esta vez todo iba bien: el Intendente, su equipo, el Core, la Junta.

Parecía que no estábamos en la Región de Valparaíso: Puras facilidades y buena disposición. El Core había aprobado el proyecto y sólo faltaba la carta de compromiso que debía mandar la Junta, lo que hizo pero subiendo el monto de los aportes por el alza del dólar.

Después una grata conversación entre el Intendente y el Presidente de la Junta se acuerdan los nuevos montos y la Junta manda la carta y hasta ahí no más llega.

Cae la carta al Core sin un oficio conductor o una recomendación del intendente y el Core decide no pronunciarse.

Después cuando con el equipo de la intendencia se acuerda algo aparentemente positivo para salvar el proyecto y supuestamente se reenvía al Core, éste no se reúne porque tienen otras cosas que atender.

Es cierto que se aproximaban las elecciones, pero así y todo ya han pasado dos meses y se espera que la autoridad quiera incluirlo en la agenda del Core. Ahora dicen que sería en diciembre. Por supuesto que si algo bueno llegara a suceder - como sería lo único lógico – los carros no podrían llegar sino hasta fines del próximo año, si no se utiliza como argumento para desechar el proyecto la recesión mundial y le queda plata a la Junta.

También ya supimos que el interesante proyecto para adquirir ropa de trabajo forestal, que prometió la Presidenta de la República, quedó postergado para Abril 2009, osea justo cuando la temporada forestal declina. ¿Por qué no lo habrán dejado definitivamente "pa’ mayo?"

Aún no se pone la orden de compra por los trajes normados para la región, que deberían estar en poder de los bomberos desde hace como seis meses. ESTA SI QUE ES BUROCRACIA.

Mientras tanto en otras regiones reciben carros, cuarteles y equipamiento. Qué actitud tan diferente de las autoridades regionales.

Hemos visto la nueva circular E 41 que distribuyó la SVS, con acuerdo de la Junta Nacional, esta vez hasta donde sabemos sin oficio conductor del ministerio del interior. Se va cerrando el círculo, tal como lamentablemente lo veníamos vislumbrando y diciendo desde hace mucho tiempo. Claro que no disponemos de toda la información que posiblemente exista.

Creemos que la nueva circular en si misma no difiere mucho con la anterior, salvo un detalle más abierto de las cuentas, lo que no está mal ya que es muy importante la trasparencia y el control, pero se hará indispensable que todos los cuerpos chicos tengan que contratar Contadores para poder cumplir, restándole más platas a sus ya escuálidos presupuestos. Por otro lado, la valorización de inventarios de los cuerpos será complicada, pero en fin... ¿La adquisición de una manguera será gasto o deberá ser activada?

¿Será para mejor o para peor? No lo podemos decir con certeza. Probablemente haga reaccionar a varios para que se defina mejor la calidad y proyección de algunos cuerpos tan profusamente autorizados por el ministerio de justicia.

Como lo hemos dicho muchas veces antes, somos absolutamente partidarios del control, en todo, en lo público (que es donde más se necesita) y en lo privado también. Nos preocupa la actitud desconfiada, agresiva de la SVS y la pasividad de la Junta Nacional, que cada día aparece como más conforme con las nuevas exigencias que se hacen a los cuerpos, olvidando que su realidad en cuanto a recursos humanos y financieros es muy superior a la de los cuerpos.

Una vez más se queda sólo en el rol de importador y proveedor con subsidio, sin comprometerse más y mejor en el apoyo que necesitan muchos cuerpos para funcionar bien en lo administrativo que es donde se producen mas fallas.

En todo caso con el accionar cada día más protagónico de la SVS, se puede entender que las cosas para los cuerpos de bomberos definitivamente cambiaron, que la Junta está de acuerdo ya que incluso la SVS la estaba revisando hasta hace poco, (antes lo hacía la Contraloría) y que por lo mismo hay que estar atentos a los tiempos que vendrán.

Cuando en Desarrollo Organizacional se estudia el cambio en las organizaciones - que produce un rechazo en la mayoría de los que serán afectados - se aprende que para obviar o minimizar esta situación y trasformarla en positiva hay que compartirla con los involucrados y hacerlos partícipes de éste.

En otras palabras a nadie le gusta que lo cambien, pero está dispuesto a cambiar por convencimiento, participando. ¿Le habrá pasado eso a la Junta? Posiblemente, pero a los cuerpos no ha llegado esa participación.

No sabemos como se hizo ese cambio entre el rol protagónico que definitivamente adquirió la SVS en desmedro de la Junta y de la organización bomberil, pero es claro que la SVS ganó, quedando como el referente válido de los cuerpos, por ejemplo para solicitar Ayudas Extraordinarias.

Y a propósito de lo último entendemos que sigue adelante lo de la Ley Marco en la Comisión Bomberos, aunque no han habido sesiones en las últimas semanas. En relación con eso y ante una inquietud presentada por el Directorio del Cuerpo de Valparaíso, el Presidente Nacional concurrió a darle una muy interesante charla al respecto, la que fue bien recibida y agradecida, aunque parece que no se aclaró el punto principal, que es si los Cuerpos de Bomberos participarán de alguna forma o si la investidura de la Junta como ente superior bomberil chileno será acordada entre ésta y la Comisión Bomberos para seguir la tramitación y convertirse en un proyecto de ley.

Pero eso se irá viendo ya que desconocemos la posición que tienen otros Cuerpos de Bomberos.

En todo caso puede ser que ahora en que hay tantos dramas a nivel mundial y nacional con la recesión, atentados y otras situaciones lamentables nos hayamos puesto un poco depresivos, pero sentimos que en el ambiente bomberil hay una calma que para muchos es preocupante.

Ya estamos en la etapa de incendios forestales - sin los uniformes prometidos como ya dijimos - con la consiguiente preocupación de muchos cuerpos de cómo organizarse mejor con las autoridades para que se declaren oportunamente las alertas rojas y se obtengan con una cierta racionabilidad los reembolsos de gastos por parte del gobierno regional, que demoran casi medio año en tramitarse.

Y como estamos en un artículo más bien sombrío, aprovechamos de comentar la tristeza que sentimos al ver que compañías de bomberos a lo largo del país, han cambiado sus nombres y banderas – varios originales desde su fundación - por el de países que les han entregado algún tipo de ayuda económica, en la mayoría de los casos consistente en carros bomba dados de baja por sus servicios bomberiles. No tenemos claro hasta dónde son los países o si son sólo amigos de bomberos chilenos radicados en ellos.

Nos parece triste porque es desconocer un reconocimiento a un personaje, a un legado, a un trabajo posiblemente más modesto y menos llamativo, que personas bien inspiradas hicieron esforzadamente por años para formar una compañía que sirviera a la comunidad.

Aparecen como compañías de "colonia por conveniencia", (no sabemos cómo se auto designarán) pero contrastan tanto con las verdaderas Compañías de Colonia, que se formaron desde los inicios de los Bomberos en Valparaíso y que tanto bien le han hecho a los Bomberos y a la Patria a lo largo y ancho de toda ella.

Claro que las compañías de colonia fueron formadas por extranjeros residentes o chilenos hijos de los mismos, que con su trabajo bomberil manifestaban el agradecimiento de ellos y de su país de origen al suelo que los acogió, por lo que orgullosos marchaban tras el pabellón de su patria de origen, guardaban características de ellos y traspasaban a los bomberos algo de su impronta original, incluso pasando las listas en el idioma ancestral.

Ingleses, norteamericanos, alemanes, italianos, franceses, españoles y croatas estuvieron bien representados a lo largo y ancho de nuestro país. Posteriormente Israel y posiblemente otros. Todos representando COLONIAS.

Tanto el aporte cultural como el económico han sido y son muy importantes. Actualmente se enriquece aún más con el intercambio de visitas de bomberos entre uno y otro país.

Casi todos los Bomberos Chilenos formamos por Compañía detrás de un pabellón o una banderola que nos identifica, al igual que el color de nuestras cotonas o el número que llevamos en el casco. Eso caracteriza a la familia a que pertenecemos, es nuestro escudo de armas puesto al servicio de una institución que nos convoca como es el Cuerpo que nos integra.

Pienso que el pabellón, estandarte o banderola históricamente han sido el símbolo que representa los valores de un pueblo y que los congrega. Por ello la importancia de mantenerlo siempre al frente, hasta el fin, incluso dando la vida en las batallas.

Para mí al menos es muy importante el pabellón que me antecede, porque me representa y representa mi compromiso con él, por eso lo sigo, en mi caso personal la banderola granate con el tres bordado en oro. Ésta a su vez sigue al estandarte institucional, chileno por supuesto.
Cuando estaba en el colegio lo hacía orgulloso tras la insignia de los SSCC.

A lo mejor suena como exagerado, pero convencidos como somos que el trabajo bomberil tiene un altísimo componente valórico que no debe perderse ni transarse, nos duele esta situación, aunque haya servido a muchos para obtener recursos.

Pero así están las cosas y nuestra tarea como Bomberos debe ser seguir fortaleciéndonos tanto en conocimientos como en espíritu, haciendo cada día mejor las cosas, uniéndonos para ser cada día mejores servidores de la comunidad en nuestro quehacer, responsables y creativos en como obtener los recursos para lograrlo.

A pesar de todo y sobre todo porque los bomberos hace mucho tiempo que debimos acostumbrarnos a la resiliencia, una vez más sacaremos adelante nuestra tarea y entregaremos lo mejor de nosotros mismos.

Por eso es fundamental cuidar el espíritu y los valores, ya que han sido la base de nuestra impecable permanencia en el tiempo como servidores voluntarios y profesionales en las emergencias que atacan a la comunidad.

Sabremos sobreponernos a los desafíos que se presenten y que estén de nuestra mano poder superar. Hay una tradición que no morirá y que nos dará fuerzas siempre.

¡¡SURSUM CORDA ¡! (Arriba los corazones)

ATINA BOMBEROS